Al día siguiente me despedí y fuí a la playa. Al llegar y meterme en mi nuevo e inmenso hogar, me sumergí y me quedé impresionado, ¡podía respirar por debajo del agua! ¡Wow! Y también sentí como si el mar me hablara y, no lo noté tan raro como antes. Lo que me decía era que eso es sólo una cualidad, y que me esperaban muchas más.
Entré a mar abierto y vi, delfines, ballenas y tiburones que lo más que me llamó la tensión fue que no me atacaron. Se suponía que era como el rey del mar. Y lo que también me impresionó fue que el mar estaba según mis sentimientos es decir, que si por ejemplo yo estaba enfadado, había oleaje. Me sumergí para ver como estaba el estado del mar y me sentía un poco dolorido y quise saber porqué. Impeccioné la zona y encontré mucha contaminación, y también averigué que si algo le pasa al mar o a sus habitantes, también lo sufría yo. Decidí volver a la playa de donde partí y buscar a alguien que me pudiera ayudar con este gran problema.
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Un chico especial
RandomTrata de un chico al que siempre le ha gustado el agua y un día descubre que pertenece en parte a él.