Capítulo 18.- Tu hombre yo niña

137 10 0
                                    

Narra Rapunzel

Quién lo diría, que me enamoraría de mi maestro, del hombre más maravilloso que hay en este mundo, y que ahora ya tenemos un mes de novios, parece que fue ayer cuando hizo todo ese plan para poder declararse. Aunque... nuestra relación la tenemos que ocultar en la escuela y eso es lo que más me duele, pero es por nuestro bien

Se supone que los profesores no se pueden involucrar con los alumnos, aunque Flynn técnicamente no es un profesor, prefiere no arriesgarse

-¡Señorita Weiss! – Hablando del rey de roma, estaba en su clase y me fui, creo que lo noto, por la mirada que me echó

-Diga profesor – trate de sonar un poco arrepentida por mi falta

-Ponga más atención señorita, toda la clase ha estado muy distraída, por su falta de interés, tendrá que presentar para la próxima clase, el tema que estamos viendo – dijo mi profesor-novio muy enojado

-Sí profesor, disculpe nuevamente – dije apenada, a pesar de que es mi novio Flynn, cómo maestro es muy exigente, y ni modo a hacer mi castigo

-Por hoy es todo, pueden retirarse – dijo el mientras recogía los marcadores del pintarrón

-Pincel, ¿estás bien? – me pregunto Al, mientras se ponía la mochila al hombro 

-Claro Al, solo estoy un poco distraída – estaba sentada recogiendo mis cosas, cuando levante la mirada ya no había nadie en el salón más que mi apuesto novio y yo

-Hola princesa – dijo mientras me ayudaba a ponerme de pie

-Hola sapo – dije sonriendo, ese era nuestro juego, yo era su princesa y el mi sapo azul, que lucharía por convertirse en mi príncipe

Flynn me abrazo y me dio un corto beso en los labios

-¿Estas bien amor? – me pregunto él, preocupado

-Sí, bueno, no – dije y coloque mi cara en su pecho

-¿Qué ocurre? – dijo él, tomo mi mentón e hizo que lo viera a los ojos

-Lo sabes, no me gusta tener que ocultar nuestra relación en la escuela, no sabes cómo me muero de ganas de que me abraces, me tomes de la mano o me des un beso – dije y mis ojos comenzaron a humedecerse

-Pincel, a mí tampoco me agrada, pero créeme, no quiero meternos en un problema a los dos, tú sabes bien que

-Sí, aquí tu eres el maestro y yo soy simplemente la alumna – dije mientras le daba la espalda y comenzaba a llorar

-Pronto se acabará, las vacaciones de verano están cerca, además este semestre ya casi acaba, después tendremos dos meses para vernos todos los días las 24 horas del día si es lo que quieres – me dijo mientras  me limpiaba una lágrima

Respiré profundo y me tranquilice

-Tienes razón, te veo en el estacionamiento en la tarde, ¿ok? –dije mientras me limpiaba lo que quedaba de mis lágrimas

-Está bien pequeña, te quiero y no lo olvides jamás –dijo sonriéndome, después me di un beso en la frente

Salí del salón y me dirigí a clase, sabía que no tenía de que preocuparme, a pesar de todo quiero demasiado a Flynn, y tiene razón ya casi son vacaciones de verano, tendré dos meses para salir con él

Las clases pasaron normal, hable por teléfono con Esmeralda, Ania, Al y yo fuimos a comer a la pizzería en una hora libre que tuvimos, fastidié a Dimitri un rato, el día parecía que se había convertido y que mi pequeña "discusión" con Flynn jamás paso

2:45, caminaba de la mano con Flynn por el estacionamiento, cuando de un momento a otro me soltó, lo cual me sorprendió bastante

-Profesor Rider – saludo el rector,  el Maestro Naveen  San Román Rivas, un hombre de unos 30 y tantos, alto, moreno, cabello corto color negro azabache, con una que otra cana por ahí, ojos color verde olivo, y sus rasgos un pocos endurecidos

-Maestro San Román – Flynn exclamo y se adelantó bastante, dejándome ahí plantada olvidándose de que existía

Ellos conversaron un momento, y Flynn me hizo señas para que fuera hasta donde estaba

-Maestro San Román, ¿conoce a la señorita Weiss? – dijo Flynn señalándome, tratándome como si fuera una chica más

-No, profesor Rider, no tengo el placer- dijo el enseñando sus perfectos y blancos dientes, que incluso puedo decir que se vio un destello leve

-Rapunzel Weiss Bianchi, a sus órdenes Maestro San Román – dije lo más educada que pude, aunque por dentro estuviera haciendo chile

-Gracias, señorita, y disculpe el atrevimiento ¿ustedes son algo más que sólo profesor y alumna? – dijo el arqueando una ceja, perfecto nos habían delatado, estaba a punto de contestar

-Por supuesto que no Maestro San Román, la señorita Weiss es mi asistente, además que es de mis mejores alumnas en la materia que imparto, creo que después de mí, en mis tiempos es la mejor de la clase – dijo Flynn muy nervioso y en ese momento todo se destruyó para mí

Deje de escuchar lo que decía el Maestro San Román y el profesor Rider, se despidió el rector y me quede sola con él

¿Así que tu asistente y mejor alumna? – dije molesta

-Amor, hablamos de esto en la mañana, además este es mi último semestre, el próximo solo vendré a dar la clase de Anatomía bucal II, ya no estaré en la escuela, y no tendremos que ocultarnos más – dijo el, me quiso tomar de la mano, pero lo rechacé

-Lo sé, pero creo que ahora si me quedo claro todo – dije con la voz algo entre cortada

-¿A qué te refieres Rapunzel? – preguntó Flynn muy extrañado

-Que aquí no eres mi novio, tu eres el maestro y yo la alumna, tú el responsable y yo la rebelde inmadura, tu hombre y yo niña – dije y comencé a llorar

Flynn quiso abrazarme pero lo esquivé

-No me toques, y no me sigas Rider, no quiero hablar contigo – grité y me fui casi corriendo a la salida de la universidad, aquel día no había ido en bicicleta y no quería tomar el camión, así que me fui caminando a casa, cuando llegué mi mamá acababa de terminar con un paciente cuando vio que llegue llorando, inmediatamente cerró el consultorio y fue a verme a mi cuarto

-Hija ¿todo bien? – dijo mientras abría poco a poco la puerta de mi cuarto

No pude decir nada y comencé a llorar, me dolía haberme peleado con Flynn, odiaba reconocer que tenía razón, pero así me sentía. Cuando al fin me tranquilice le conté lo sucedido a mi mamá, ella me comprendió hasta cierto punto, pero también me regaño por no entender ni cooperar con Flynn, mi mamá salió de mi cuarto, fue a la cocina a calentar para comer juntas, mi teléfono comenzó a vibrar, vi en la pantalla, que era Flynn, no quería contestar, seguía algo triste por la situación, colgué la llamada, pero fue muy insistente, decidí apagar el celular, y me acosté en mi cama, pensaba una y otra vez en lo que le había dicho, y me reprochaba cuando recordaba la frase "tu hombre y yo niña",  el sueño comenzaba a invadirme hasta que al fin me venció

Una Chica MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora