Viaje por el espacio. Parte 4

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Estaba perplejo sentado en una nebuloso, pensando en todo lo que había visto hasta el momento, realmente estaba fascinado por la experiencia, peor a la misma vez asustado por otras, hasta el momento había visto a tres mundos condenarse, tres planetas habían sido destruidos por sus propios habitantes.

Aun no comprendía ciertas cosas, entre ellas él porque podía ver todo esto, si yo mismo sentí morir, si con mis ojos vi la destrucción de mi planeta. Entre todos estos pensamientos logre divisar lo que parecía ser una estrella fugaz, que avanzaba con gran velocidad hacia un sol, pero al pesar más cerca de mi pude ver que era un planeta, impulsado por un gran cohete.

En el momento que vi lo que realmente era fui de donde estaba hacia el planeta se me hizo fácil alcanzarlo, el planeta estaba cubierto por un aparente campo de fuerza que lo protegía de no ser incendiado. Pase fácilmente por este campo ya que tenía una forma de luz muchas cosas se me facilitaban. Al bajar a la superficie de este planeta, me encontré con un escenario muy perturbador el más perturbador de todos, los seres que vivían aquí eras mountrosos, parecían salidos de mis peores pesadillas, era seres con uñas largar que parecían garras, con extremidades extras, algunos con un solo ojo, otros que tenían tres.

La mayoría no me podían ver, algunos solo me podían sentir, el planeta parecía ser muy avanzado en la tecnología, no estaba repleto de bosques pero aun había algunos, el agua estaba muy limpia y abundante. No entendía que había pasado con estos seres, pues lo único que yo conocía que podía provocar semejantes monstruosidades era la contaminación o los desechos químicos radioactivos, pero este era un planeta aparentemente limpio de todas estas cosas.

Entonces empecé a buscar la razón de estos seres, pero me era inútil no podía encontrar nada hasta que me fui al edificio más grande e imponente de todo el planeta en la cúspide más alta estaba un ser distinto a los demás este era normal, casi un ser humano de o ser por su cabeza más alargada y su piel algo verdosa, hubiese dicho que estaba en la Tierra.

-Hola caminante- Me dijo

-¿Puedes verme?- le dije con mucha incredulidad

-si- me dijo con mucha seguridad

-¿Qué ha pasado aquí? ¿Quiénes son esos seres deformes?- Le pregunte con desconfianza

- Ellos son los habitantes de este planeta, era como yo se hacían llamar "η ΤΕΛΕΙΑ", pero desde la catástrofe, no usaron más ese nombre.

-¿Qué catástrofe?-

- Nuestra raza se caracteriza por su inteligencia y por su respeto a la naturaleza, pero teníamos un defecto nuestra vanidad. Hubo un tiempo en que nosotros éramos considerados los seres más bellos del universo, muy parecidos a los sere4s humanos, pero quisimos más y empezamos a preocuparnos por la pureza de nuestra sangre y de nuestra raza, no permitíamos ciertos apareamientos, incluso fuimos responsable de la extinción del mestizaje n nuestro planeta, eliminábamos a todos aquellos seres que considerábamos impuros y todo por mantener un status. Cuando llegamos a una aparente gloria los descubrimos a ustedes lo seres humanos, y nos dio envidia el como lo había tratado las evolución. Ese fue el inicio de nuestro fin, en una primera instancia, pusimos a trabajar a nuestros mejores genéticos, para que crearan un suero de la belleza, algo que nos hiciera superiores a ustedes, pero solo lo podíamos probar en nosotros mismo fue cuando todo sucedió en un principio el suero parecía funcionar y se distribuyó a todas los seres del planeta, al cabo de unos años, los efectos secundarios empezaron a surgir y nos convirtieron en lo que vez ahora. Al ver lo que nos había sucedido nos entró rabia y fue cuando lanzamos un rayo térmico a su sol para apresurar su muerte, muchos nos opusimos a esta idea, pero fuimos silenciados y encarcelados, enserio disculpa a mi raza por lo de tu planeta-

Estaba atónito por todo lo que me había dicho, enserio como había pasado todo esto, era increíble como la vanidad podía hacer tantas cosas, mi mente estaba tratando de analizarlo todo cuando recordé que íbamos directo hacia un sol entonces le dije-¿Por qué vamos directo hacia un sol?, y el me contesto- Mi pueblo decidió que era mejor morir a vivir con impureza, y quisieron tener el mismo destino que ustedes, supongo que es lo justo, después de todo teníamos que pagar por todo lo que hicimos- se quedó un momento callado y vi una lagrima derramarse por su ojo. –Vete que si te acercas mucho a esa luz desaparecerás- me dijo en tono de advertencia.

Yo sin saber quehacer me aleje de ese planeta lo as rápido que pude y vi una vez más como un planeta era destruido por un sol

Mil y un historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora