Abrí los ojos
¿en donde estoy? La luz de arriba me molestaba, me dolía la cabeza y tenía una pesadez en mi cuerpo, como pude me pare, entonces vi al señor de hace rato.. ¿Se acuerdan? El que se fue corriendo cuando me vio, estaba sentando viéndome junto con un chico de tes morena, su pelo era negro y estaba revuelto. Cuanto intente pararme el ruco ese también se paro.- estas bien?.- dijo angustiando- ¿quieres un vaso de agua?- asentí y el viejo salió del cuarto y me dejo con ese chico, se paro de la silla se puso alado de mi ¿quién era el?
-lo siento mucho- dijo él un poco preocupado .¿Por qué lo siente? No entiendo nada.- Hace unos minutos sin querer tropecé contigo y nos caímos al piso, quieres que te lleven al hospital?
-no te preocupes, solo me golpee un poco la cabeza.- le sonreí ¿por qué le sonreí? Note que sus ojos eran de color miel y una nariz delgada. El era delgado y un cuerpo musculoso.
-pero mírate.. Te vez mal.- el chico sin nombre estaba horrorizado
-tranquilo, solo fue un golpe y nadamas.-me toque la parte del golpe.- deberías de tener mas cuidado ehh
- si ya se, pero esque iba tarde.. Bueno de hecho ya voy tarde al entrenamiento.- estaba horrorizado.- ¡díablos! Benjamín me va a matar
¿Entrenamiento?
¿Cómo conoce el a benjamín?
-oh perdón, no me he presentado, supongo que ya me conoces, lo raro es que no me has pedido un autógrafo o una foto
-uhmmm, no te conozco.- le respondí. ¿quién rayos era este chico? Parecía confundido
- guau, que raro.- se rasco la parte trasera de la cabeza.- bueno, soy Joshua, Joshua Miller
Joshua Miller..
-Yo soy lucia y soy la hija de Benjamín.- estire la mano para saludarlo pero el chico se empezó a reír como si le hubieran contado un chiste de esos buenos que dan mucha risa, ¿qué carajos le pasa?.- estas bien?
Joshua; claro y yo soy el hijo de Barack Obama!- se tocaba el estomago de tanto reír.- que buen chiste niña
Lucia; a ver, para empezar no soy una niña y esto no tiene nada de gracia y si no me crees que soy la hija de benjamín pues no me creas.- le dije furiosa y el ya no se estaba riendo, estaba serio. me baje de la camilla para enfrentarlo
Joshua: pues fíjate que no te creo niñita
Estupido. Quien se cree. Estaba por respóndele pero entro el viejo con el vaso de agua en la mano. Definitivamente ya no tenía sed.
Joshua: mira, mejor vete a tu casa.- el abrió la puerta para mi.- no se por que estoy discutiendo contigo! Ya voy tarde al entrenar.- miro al viejo.- ¡Alan! Puedes llevar a esta loca a la salida por favor
Alan.
Con que así se llama ese viejo
Joshua se fue del cuarto. ¡Imbecil! ¿Cómo se atreve a decirme esas cosas?
-perdón señorita, pero la tengo que llevar a la salida.- dijo Alan mostrándome una sonrisa incomoda
¿Cómo es posible esto? Necesito encontrar a mi papá
- Alan, escucha. Soy la de benjamín
Alan me miro confundió.- en cerio? Por casualidad el no te dio una tarjeta?
De inmediato le enseñe la tarjeta que Ben me había dado. Alan sonrío de oreja a oreja
Alan: ¡no puede ser!.- Alan estaba emocionado.- ¿quiere que la lleve con el?
Lucia: si por favor!
Con cuidado, salí del cuarto, me sentía un poco mareada por el golpe y gracias a ese estupido chico llamado joshua, mi papa debe de estar buscándome como loco. Juro que si encuentro a ese chico se las iba a ver conmigo. No entiendo por que se porto así conmigo, de seguro no le an dado en esta semana.
Llegamos al final y pude notar la luz y el pasto verde.
Cuando por fin llegamos, pude notar a mi papá, estaba con otra persona platicando y a lo lejos unos tipos estaban calentando y corriendo. Fui hacia el.-¡lucia!.- exclamó.- ¿donde estabas? Ya iba a llamar a los guardias de seguridad para que te fueran a buscar
Le iba a contar todo pero escuche que gritaron mi nombre.. Era David que fue hacia mi y me saludo.- que bueno que veníste.- dijo sonriente.- te voy a presentar a los demás.
Me jalo hacia la bolita que estaba hasta el fondo entrenando, ellos todavía no me habían notado pero David los llamo y voltearon a verlo, estaba los chicos de ayer y otros que no conocía. Entonces caí en la mirada de uno en particular. Me miraba con miedo y espanto.
Joshua.
ESTÁS LEYENDO
La hija del entrenador
RomanceDesde que era chico me encantaba el fútbol, tenía ese talento por que mi padre y mi abuelo de jóvenes lo eran y triunfaron mucho en sus equipos. A los 18 años me tuve que ir de mi país para jugar en las ligas del fútbol Europa, deje a mi familia, a...