Aquella mañana al abrir mis ojos estabas tú, me rodeabas la cintura con tus brazos, me giré sin moverme mucho para no despertarte, te miré y pasaron por mi cabeza diversas maneras de despertarte, con un beso, una caricia o simplemente con un vaso de agua, sin darme cuenta sonreía, de solo pensar que eres mio oleadas de felicidad inundaron mi pecho. Después de 5 minutos decidí no hacer nada, parecía que tenias un sueño muy agradable ya que sonreías, en mi mente desee ser yo la razón de esa sonrisa tan perfecta, me acurruqué en tus brazos con la intención de hacer ese momento eterno, te di un suave beso en el cuello, a lo que tu, aún estando dormido, reaccionaste rodeandome con tus brazos y pegandome a ti, sonreí nuevamente y me dejé llevar por el sueño estando en en aquel lugar que tanto tiempo me costó conquistar y el más seguro que jamás encontrare, tus brazos.
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Cinco largos años ya pasaron desde aquella mañana, cinco años en los que hemos vivido grandes momentos juntos y otras no tan buenos. Ahora me miro a los ojos en el espejo y no veo ya ese brillo que me caracterizaba, aquel brillo que reflejaba la perfección de mi vida, ahora al verme solo veo una sonrisa forzada cuya "felicidad" no llega a los ojos, en cambio al mirarle a el si veía ese brillo. No entiendo que nos ha pasado, mas bien que ME ha pasado, el sigue igual, pero a aquellas caricias que tanto ansiaba ahora las esquivo; aquellos chistes y gracias con la que me alegraba las mañanas hoy son para mi niñerias infantiles sin sentido, poco a poco aquella llama de pasión se apago para mi convirtiendose en un montón de cenizas a las que el viento se las lleva sin retorno. Mi vida se había convertido en un monotomía total.
Cada día era peor que el anterior, en mi interios sabía que tenía que parar todo esto, ninguno de los dos se merecía vivir en esta oscura mentira, él tenía que estar con alguien que le mirara de la manera en la que me mira él, se merecía a una mujer que le amara como yo no sabía hacerlo, y yo...bueno yo necesitaba encontrar mi sitio en este mundo. Pero, ¿cómo le dices al hombre que lo daría todo por ti que esta historia se ha acabado? ¿cómo le dices que hace ya un tiempo no le miras igual, que no sientes lo mismo? Le destrozaría, lo sé, hemos sido los mejores amigos desde preescolar, inseparables y siempre juntos, la pareja perfecta con un perfecto pasado juntos y un infierno sin amor por venir si yo no detenía todo esto.
Os preguntareis como supe que lo nuestro se había acabado, si me desperté un día sabiendo que ya no sentía los mismo, pero no. Todo ocurrió hace aproximadamente dos años, un 8 de junio, ese día por la tarde tenía una reunión con la madre de uno de mis alumnos.
