-Lucía, despierta_escuché mientras alguien me pinchaba el hombro con el dedo_venga...despierta
-5 horas más por favor_dije girándome, entonces me saltó encima, me giró de tal manera que quedaramos cara a cara, sin que me diera tiempo a reaccionar acercó su rostro al mio y capturó mis labios, sentía el calor de su cuerpo encima de la ligera manta que me cubría, la giré quedando yo encima y apartando la tela para hacer desaparecer esa barrera entre ambas, ella me volvió a girara y se puro se rodillas con cada una a cada lado de mis caderas.
-¿Ya estás despierta?_rió entre dientes
-Creo que no de todo, a ver dame otro beso para despertar_sonreí mordiendome el labio inferior, su sonrisa se hizo más grande y brillante en la oscuridad de nuestra habitación.
-A sus ordenes Blancanieves_y de nuevo pude saborear el dulce sabor de sus labios, de los cuales me estaba volviendo adicta. La temperatuea iva creciendo con cada roce de mis dedos en su piel, temblorosa le quité la camiseta, llevaba demasiado tiempo deseando esto y ahora que iva que por fin iva a hacerlo me aseguraría de hacerlo bien.
La giré quedando yo encima, la besé con necesidad y sed de ella mientras que ella por su parte jugueteaba con el cordón de mi pantalón de pijama, sin darme cuenta ya me había quitado la camiseta y podía sentir su piel contra la mía. Bajé por sus labios hasta su cuello dejando pequeños mordiscos allá donde el roce de mis labios la hacía estremecer, le mordí delicadamente la oreja y seguía bajando entre sus gemidos que me indicaban que iva bien encaminada, besé su vientre y seguí bajando hasta llegar al extremo de su pantalón, me deshice rápidamente de él y la miré a los ojos, volvía a subir y la besé.
*El resto de la noche ya os lo pdeis imaginar, pero como soy una dama no pienso daros detalles mentes pervertidas*
A la mañana siguiente amanecimos abrazadas y enredadas como si fueramos una sola, la luz de la mañana entraba por la ventana y se reflejaba en su melena dorada, la observé entre mis brazos y el miedo de perderla me oprimía el corazón. Le acaricié el rostro, le besé la frente y hundí mis rostro entre sus cabellos para pederme en su olor, se removió entre mis brazos y la apegué más a mí.
-Buenos días princesa_susurré
-Buenos días tú_dijo adormilada. _"Que romántica"_ironicé, ella me miró y me besó_perdonada_reí
-Deberíamos ponernos algo de ropa_dijo levantándose en busca de su ropa que estaba despertigada por el suelo.
-Deberíamos..._la tomé de la cintura y la volví a tumbar en cama_pero no quiero_ se mordió el labio y enarcó una ceja.
-¿Entonces que quieres hacer?_preguntó inocentemente.
-Pues...No, sé _dije besando su cuello_¿a ti se te ocurre algo interesante?
-Emm...No...
-¿No?_me alejé de ella y me puse de pie_Vale, yo me voy a la ducha_me miró confundida, pero rápidamente cambió su mirada a una pícara_SOLA_ empezó a hacer pucheros, bufé_pero dejaré la puerta abierta, dije entrando al baño, antes de llegar siquiera a la bañera escuché como entraba el baño, la ignore y me metí dentro seguida por ella.
Volvimos a repetir lo de esa misma noche en la bañera...y contra el lavamanos...y otra vez en cama...Bueno, ya me entendeis, que tuvimos una mañana entretenida vamos.
Dieron las 11 y decidimos cambiarnos para bajar a desayunar con el resto, Natalia todavía cojeaba por lo que mientras esperabamos ascensor, entramos y ella dejó de sonreir
-Lucía, ¿Que estamos haciendo?
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A todos lo que me leeis os quería dar las gracias y bueno quería dedicarle esta historia a alguien muy especial, te quiero hermanita ;)