OPUESTOS

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Había una vez.... No, creo que esta historia no comenzará así.
Dos hermanos, divididos por la envidia de uno y la humildad del otro. Vivían solo y alejados, pero las circunstancias los llevaron a acercarse al pequeño pueblo.
"No quiero que me vean contigo" dijo ocultando su rostro al ver a su hermano.
Mirándose uno al espejo se vio de hermoso cuerpo y rostro, ojos cautivadores y voz seductora.
Viéndose el otro al otro al espejo, se vio cubierto de lodo, con una joroba y un cuerpo deforme. "No quiero que me vean y se espanten de mi, y por ello también de ti".
Con paso firme caminó el primer hermano hacia el pueblo, admirado por todos. Amado por las mujeres y envidiado por los hombres. Tres día utilizó su belleza, aprovechando la ausencia de su hermano.
A paso temeroso caminó el otro hermano. Ante la presencia de él todos corrían y se apartaban, más para la inocencia de una niña, lo vio y se le acercó.
" ¿por qué estás agachado todo el tiempo?" preguntó, a lo que el hermano respondio "estoy enfermo, tengo una joroba"
"¿Por que estás cubierto de lodo?"
"La luz del sol me lastima, el lodo protege mi piel"
La madre de la pequeña, al verla cerca de aquel hermano, se asustó y llamó a aquel que había llegado tres días antes.
"Ayudame, por favor, esa bestia tiene a mi hija"
Acercándose a él los sabios del pueblo dijeron con entusiasmo.
"mata, ahora tú, a ese monstruo y rey de este pueblo serás"
Conmovido por la avaricia y el deseo de poder se acercó a su hermano.
La pequeña niña saltaba y jugaba con aquel que llamaban monstruo, reía y charlaba alegremente con él.
"Mi madre no me deja salir mucho, dice que es peligroso"
"Bien hace tu madre en protegerte, no sabes quien anda afuera, alguno, tal vez, quiera hacerte daño"
Distraída la niña, resbaló y cayó bruscamente al piso. Sin esperar nada comenzó a llorar.
La madre escuchó el llanto de su hija y se asustó.
"Ve ahora, que probablemente la bestia esté lastimando a mi hija" le dijo desesperada al otro hermano.
Este afiló su espada, he imaginando la corona sobre su cabeza, se acercó a su hermano.
La pequeña estaba dejando de llorar, él monstruo al ver las lágrimas en las mejillas de la pequeña, acercó sus manos a su rostro y se las limpió, pero estando estas llenas de lodo sólo dejó una mancha en el rostro de la niña.
Apenado, comenzó a llorar y con las lágrimas que caían de sus ojos intentó limpiar el rostro de la pequeña. Ella, al ver tal acto, acercó sus manos al rostro de la bestia y limpió sus lágrimas, luego, con un poco de lodo, se cubrió el rostro.
"Ahora soy como tú" dijo y le sonrió.
El monstruo, al ver tal acto se alegro y alzando su vista vio a su hermano acercarse.
El hermano, se acerco blandiendo su espada con firmeza. Y sin importar la presencia de la pequeña, atacó.
La madre gritó aún mas fuerte ¿a quien había confiado la vida de su hija?
El monstruo intentó proteger a la pequeña. Su propio hermano lo están atacando y no le importaba la pequeña.
Como pudo, esquivó sus golpes.
La pequeña al ver en problemas a su nuevo amigo quizo ayudar, pero en un mal movimiento la espada casi la toca.
El monstruo puso su brazo entre el cuerpo de la pequeña y la espada.
Sangrando lanzó un terrible rugido, que hizo a su hermano estremecer. Pero no dejó la espada, y blandiendola una vez mas atravezó el hombro de su hermano.
Horrorizado el pueblo, vio con terror a aquel hombre que por su belleza los había cautivado.
La pequeña comenzó a llorar nuevamente, y la bestia, con su mano volvió a limpiar las lágrimas de la pequeña.
"Yo seguiré aquí, no te preocupes, seguiré limpiando cada una de tus lágrimas"
La madre de la pequeña se acercó con miedo. Frente a ella estaban los dos hermanos.
Uno bello y con espada en mano. Otro monstruoso y con amor y humildad en el corazón.
"Bestia eres tú, por atacar a tu hermano. Ángel eres tú, por cuidar de los demás"





Bueno, este es un mini cuento que se me ha ocurrido, espero lo hayan disfrutado.

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