Psiquiátrico

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Sonreí mientras acariciaba aquel diario de piel. ¿Qué diría Harry si me viera aquí? Destrozada y enferma en un hospital psiquiátrico para enfermos mentales o como lo llamaba yo, el fin del mundo, releí aquella primer página, la enfermera vendría con mi desayuno y mis medicamentos en diez minutos, amaba las historias de amor reales, aunque fueran tristes, trágicas y realistas. Miré a la puerta de la pequeña e incomoda habitación que me tocaba en este elefante enorme, se abrió lentamente dibujando al doctor Hood y a la enfermera Jackson, me miraron con horror, negué varias veces y los miré de nuevo, un segundo fue suficiente para sentir una aguja en mi brazo, calmantes, pero, ¿por qué?

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Psicosis maníaco depresiva o mejor dicho, trastorno bipolar-escuché al doctor Hood en la lejanía de la realidad, ¿qué estaba pasando?- Caroline ha decaído de forma terrible, no te dejaremos aquí por miedo a lo que ella pueda hacerte o hacerse a sí misma-murmuró, alguien familiar estaba ahí, ese aroma lo conocía

No puedo creer que haya intentado suicidarse tres veces-dijo una enfermera, no era Jackson, era tal vez la nueva- Es tan bonita, tan joven, sólo tiene veintiún años-admitió con tristeza

Así son las enfermedades, si ella no estuviera tan enferma, o si la hubiésemos atendido desde el principio, sería otra historia-afirmó el doctor, escuché un sollozo muy cerca de mí, deseaba abrir los ojos

Caro-escuché un pequeño chillido entre el silencio, nada más, ni una palabra, ni un ruido, nada, sólo silencio.

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Jackson-murmuré abriendo los ojos, la morena estaba sentada frente a mi camilla

¿Qué ocurre? ¿Tienes algún dolor?-preguntó acercándose, ella siempre me trataba con dulzura, los últimos ocho meses no fueron tan malos gracias a ella, la quería

¿Qué pasó?-pregunté mirándola a los ojos, ella sonrió de lado, era algo muy malo

Te cortaste, ¿puedes ver tus brazos?-dijo y en automático miré mis brazos llenos de vendas hasta los codos- Te miramos por la cámara, en la noche tuviste una especie de pesadilla y empezaste a llorar-exclamó llena de lágrimas en el rostro- No debí irme, no esa noche, estuviste a punto de suicidarte, perdiste mucha sangre-me abrazó

Jackson, no llores-supliqué, no sentía nada, ni siquiera lastima por ella- ¿No crees que sería mejor? Dejarían de gastar en medicamentos, te ocuparías de alguien más o tendrías vida social estable, mis padres podrían volver a ser felices, todo estaría bien-murmuré, no quería que opinará, pero lo hizo

Caroline, no es así de fácil-admitió limpiándose las lágrimas- No puedes sólo desaparecer. El mundo es una basura, lo sé, pero tú debes estar aquí el tiempo que te corresponde, ser feliz o infeliz, pero vivir ese tiempo, aprender, conocer, ayudar. Eres la felicidad de alguien, aunque no lo creas-murmuró

¿Quieres leerme el capítulo dos de mi cuaderno?-dije ignorando todo lo que había dicho, asintió y tomó el libro de piel

"Padres"-leyó el título del capítulo

Antología. |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora