Estando a su lado pareciera que no hubiera ningún problema, como si fuera el mundo de color rosa.
- Por Favor a la vuelta, ese edificio café, muchas gracias por el aventón.
- No es ninguna molestia, al contrario gracias a usted por aceptar mi oferta de traerla hasta su departamento, si gustas te puedo pasar a traer en la mañana.
- Como crees, eso ya es mucha molestia, me niego a esa propuesta.
- Eso ya es tu decisión, paso mañana a las 6:30 am
En eso arranca el carro y no me tiempo de negarle esa propuesta.
- Por dios, que hombre tan amable, pienso dentro de mi cabeza.
Entro al edificio y aprieto un botón para el elevador. Pienso en lo amable que es Gaspar, en eso se abre el elevador.
Abro mi departamento y me dirijo hacia mi cuarto. Me quito el uniforme y quedo en ropa interior, me pongo una falda negra que me llega al ombligo, una blusa roja manga larga que me llega igualmente al ombligo, y mis converse negros. Salgo de mi cuarto y abro mi refrigerador para ver que hay de comer, no soy de las personas que me encanta cocinar pero si me se defender.
Había al menos pollo frito que ayer hice, lo saco y lo pongo a calentar en el horno de microondas, me siento en mi comedor y empiezo a comer. Doy mascada muy lentas mientras pienso en Gaspar, es muy lindo, realmente se porta muy amable conmigo y lo mejor de todo es que esta muy guapo en eso me saca una enorme sonrisa.
***
Me rehuso a escuchar lo que me dirá dalia así que arranco el carro y la dejo en su edificio en donde vive, se que es descortés pero es maravillosa.
- Que hermosa mujer, sencilla, una sonrisa que ilumina una ciudad entera digo en voz alta.
Iba manejando y en eso veo una florería.
- ¿porque no mandarle flores para una flor? Pienso.
Estaciono el carro y cierro la puerta del carro y me dirijo a la florería. En eso veo que se acerca un despachador.
- Buenas tardes señor, le puedo servir en algo.
- ¿una rosa cuanto sale?
- 2 pesos pero si gusta hay arreglos
- no muchas gracias deme 100 rosas por favor, como si fuera un ramo
- claro señor.
- ¿cuanto seria?
- 200 pesos, le cobran en caja.
Voy y pago en caja, le llevare rosas a mi dalia.
Salgo de la florería con el ramo de rosas y las dejo en el asiento trasero del carro, abro la guantera y saco un perfume que siempre cargo, la cierro y enciendo el carro. Doble dos cuadras a la derecha y ahí estaba su edificio donde vivía.
****
Termino de comer y lavo los trastes, me voy al baño porque necesito lavarme mis dientes, me lavo. Salgo del baño y pasó a mi recamara a traer mi mochila para adelantar con mi guía y saber que explicarles a los niños y veo el peine y un brillo de labios así que me peino y me pongo labial, me miro al espejo fijamente, veo a través de mis ojos un reflejo que nunca he tenido pero bueno. Termino de peinarme y en eso suena el timbre.
- Que raro pienso pero se me hace que es la vecina.
Abro la puerta y es el, Gaspar, con un gran ramo de rosas, al menos unas 50 rosas rojas.
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Que extraño amor
RomanceDalia, una maestra de primaria, de 22 años, se encuentra a Gaspar, un maestro con grandes sentimientos, capaz de perdonar a todo el mundo. Con el paso del tiempo, surgen problemas que los dos deben de enfrentar juntos y salir adelante.