Eludiendo la Tormenta

Lo elimina con su esplendor

Lo elimina con su esplendor

Bibi se reacomodaba en el asiento trasero del automóvil, era la octava vez que se reacomodaba, se revisaba la falda, y se veía las manos. La chica estaba muy ansiosa. Se tenía que reencontrar con Miguel y hacia dos días que no había visto a Daniel desde que le dio sus papeles personales.

-Bibi no estés preocupada, toda va a salir bien –dijo Abigail mientras apartaba la vista de su ipad.

-¿Qué estas revisando? –preguntó la chica para tratar de despejar su mente de lo que la preocupaba.

-Estoy checando el Twitter. Es increíble la prontitud de respuesta en este medio. Mira, Navi puso fotos de Las Arrambleras y mira la cantidad de comentarios que ya tenemos. Al parecer fue buena idea lo de la creación del grupo de baile.

-Ya lo creo que si, ahora con tanta chica guapa yo voy a pasar desapercibida.

-Tu nunca vas a pasar desapercibida, amiga –le dijo Abigail con una sonrisa.

El coche se detuvo enfrente del tribunal civil, Bibi se puso unos lentes oscuros y se preparó para lo que le avecinaba. Abigail le tomo una mano y con voz tranquila le dijo –Recuerda que cuentas con todos, no te preocupes y confiemos en Daniel.

La chica solo le asintió con la cabeza. Ricardo se aproximó a la puerta, las ayudo a bajar del automóvil y a ingresar al lugar, tratando de mantener lo más alejado posible a las personas de la prensa.

Al llegar al interior, le indicaron un pequeño apartado con gabinetes separados por cristales. Daniel ya la estaba esperando en el sitio.

Cuando la vio no pudo evitar esbozar una sonrisa. La chica estaba despampanante. Vestía un traje azul marino de saco con falda recta, adornado con botonadura dorada muy clásico de las vestimentas militares. La chaqueta la adornaba con cadenas entrelazadas entro los botones y la acompañaban unos botines altísimos de vestir, aunque lo que mas llamaba la atención era su cabello rojo fuego con mechas rubias. Daniel no pudo evitar esbozar una expresión de asombro ante la monumental chica.

-Uauu Bibi te dejo de ver dos días y ya eres otra persona –Dijo Daniel mientras saludaba de beso en la mejilla a Abigail y a la punketa.

Bibi no pudo dejar de notar el beso tan formal de parte de Daniel. Algo en su interior se desgarro, pero aun así no dejo de mostrar una sonrisa ante el licenciado.

-Vengan por favor –Dijo Daniel tomando del brazo a Bibi –Big, me temo que no podrás estar presente en la audiencia, pero puedes esperar en esta salita.

-Si claro Daniel no te preocupes, yo aquí espero a Bibi –Dijo Abigail acomodándose en un desgastado sillón.

-¿Recuerdas lo que acordamos, verdad Bibi? –Dijo Daniel poniéndose al frente de la chica.

-Si, no hablar hasta que el juez se dirija directamente a mi, mantenerme calmada, y no perder los estribos.

-Y siempre demuestra una actitud de confianza –Dijo Daniel muy cerca del oído de la chica. Bibi al notar la cercanía del licenciado no pudo evitar verlo a los ojos. Los ojos de Daniel siempre la hacían sentirse tranquila y en paz y eso la reconfortaba bastante. Algo en su interior le reclamaba darle un beso a aquel licenciado tan varonil que tenía al frente y de no ser porque Daniel se separó de ella en ese momento, hubiera sido capaz de echarse a sus brazos, sin importarle el lugar.