Negro.

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Los días siguientes las clases surgieron como eran, aburridas y eternas, deseaba cada vez mas que saliéramos a receso, solo para ver a Austin.

Pero no me habló, ni siquiera un "hola" ni un "adiós".

Nada.

En el almuerzo fue cuando descubrí el por qué; Hayley Walker, más conocida como "HW" o la hija del director. Era una regalada, como esas de las películas o novelas que son un demonio pero sus padres las ven como unas santas y tienen privilegios notables solo por ser hijas del director.

Parece de novela, pero no lo es.

Estaba con ella, con la mas regalada de todas, la que mas me caía del carajos en todo el internado. No lo podía creer.

Austin volteo y por primera vez en todo el día sus ojos se encontraron con los míos, pero... No de la misma manera.

Me miraban con odio.

Genial, ¿qué habría hecho mal? De seguro Hayley y sus clones le habrían lavado el cerebro, mas bien, se lo habrían lavado a todo el mundo. ¿Porque lo digo? Todos, absolutamente todos me miraban de la misma manera en la que lo hacía Austin, esto era serio. ¿Que les había hecho?

No entendía nada, sentía que era un sueño y comenzaba a ver destellos blancos en mis ojos, como estrellas, el oxigeno estaba por desaparecer de mis pulmones y todo me temblaba.

Negro.

Me levanté con el dolor de cabeza mas terrible que un humano podría sentir y veía borroso a momentos, pero no estaba del todo mal, sabía que estaba en la enfermería y que Austin estaba ahí.

Escuchaba su voz.

-¿Saben que tiene?

Que cínico, el sabe que fue por el, sabe que estoy mal por su maldita mirada, pero ¿qué hacía el aquí? Se suponía que me odiaba en el receso.

Entraron cuatro personas a la habitación, entre ellas Austin y se mostraron alertados al darse cuenta de que me había despertado.

-Bri, ¿te sientes bien? -Dijo terriblemente cortante, tanto que me dolió, más de lo que ya me dolía todo.

Abrí la boca, pero al hacerlo, el dolor de cabeza aumentó terriblemente.

Se fue.

Simplemente dio una vuelta en sus talones y se largó, sin si quiera decirme a donde iba. Hace días me decía hermosa, me invitaba a citas, me mandaba mensajes, me daba regalos... Todo eso se fue, solo se dio la vuelta y se largó.

Después de cinco días en cama, pude volver a las clases normales.

-¡Bri!- Austin, corriendo detrás de mi, como de película! Buagh. -Perdóname, en serio, estaba mirándote así en el receso porque Elle me había contado que tu habías dicho que yo era un loco aficionado al mar y le dijo cosas así a bastantes del grupo que estaban antes de que quedaras inconsciente. En serio perdóname y creas eso o no, me lo puedes decir no hay ningún problema.

-Claro que no creo eso, soy tan aficionada al mar como tu, me parece el mejor lugar que existe en el mundo. Solo me duele que me hayas creído a ella después de decirme todo lo que me dijiste.- Dije con rabia, se suponía que era su "conexión con el mar".

Que estúpida.

-Lo siento, en verdad lo hago, por favor perdóname, te necesito.- Dijo con la mirada mas arrepentida del mundo.

-No me necesitas, ni siquiera nos conocemos bien.- Solo quería que aceptara que el estaba mal.

-Yo si lo hago, eres como el mar ¿entiendes? El nunca me ha dirigido una sola palabra, pero lo conozco mas que a mi mismo.- dio una pausa esperando una respuesta mía. No la tuvo.

Me besó.
***
Hola! Este capítulo se lo dedico @GalileaMendoza se merece un capítulo y más, la conozco desde hace unos cinco meses y me ha ayudado bastante con esta novela. Fue una de las primeras lectoras que tuve en una novela que ya borré, me apoyó demasiado y lo sigue haciendo. :D

El collar de la imagen es el que le dio Austin a Bri en su cita, solo que por dentro contiene agua de mar.

Espero que les haya gustado el capítulo. Recuerden que la otra semana hay maratón de capítulos.

Muchas gracias.

Over The Sea...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora