Historias De Terror Y Crepypastas.

El sanatorio.

Un hombre maniático, había matado a todos los que habitaban en el sanatorio, y suicidándose a el mismo también, en ese lugar no quedo nadie vivo, monjas, todos habían muerto asesinados por el hombre.

Unos amigos y yo íbamos a ir de excursión el próximo sábado, pero, decidimos ir antes de la curiosidad por conocer el Sanatorio en donde murió mucho gente, al estar ahí sería una sensación diferente incluyendo monjas que es lo que más me da miedo de esos lugares donde habitaban monjas, o fantasmas.

Nos subimos al autobús para irnos al sanatorio pero el chófer se veía un tanto extraño "¿escuché decir que iban al sanatorio?" Preguntó el hombre "algún problema con que vallamos allí" respondió mi amigo con repugnancia "no tengo ningún problema, después de todo no volveré a saber más de ustedes" "¿no nos volverá  haber jamás?" Pregunté "deben bajarse" dijo, evadiendo mi pregunta.

Nos bajamos para entrar por un hueco al sanatorio, al estar adentro se sentía el ambiente diferente y olía a carné podrida; caminamos un poco más adentro y yo era la que estaba de primero... dejé de escuchar las voces de mis amigos, me voltee rápidamente... ya no estaban, sentí un aliento en mi cuello, y cerrarse la puerta, grité como nunca antes, suplicando por mi vida, empujé y empujé hasta que se abrió y caí al suelo, al mirar arriba mis amigos ya no estaban, esos no merecen llamarse amigos.

"Hey, ¿estás bien?" "Eso no fue una broma graciosa" miré a todos con odio " Escuchamos tus gritos y venimos hasta acá, nosotros no te haríamos una broma así" "¿entonces fue un fantasma?" Dije con sarcasmo.
Seguimos caminando hasta la habitación donde torturaban a los enfermos; escuchamos ruidos y pasos, nosotros estábamos muy asustados he intentamos salir pero no pudimos ya que las puertas estaban con llave y el hueco estaba tapado, escuchamos un grito de uno de nuestros amigos, al llegar al sitio estaba colgado con un gancho en su espalda que le traspasó por el estómago.

Salimos corriendo y gritando para que alguien nos escuchara pero nadie respondia, mi mejor amiga entró en pánico y quiso suicidarse, yo traté de que no lo hiciera pero todo fue en vano, un hombre la llevó arrastrada de los cabellos, lloré hasta más no poder.
No supimos que hacer, pero no sólo las sombras y fantasmas estaban en el lugar, también un asesino en serie para matarnos y torturarnos como el quiera; salimos corriendo a una habitación para encontrarnos con un cadáver, tratamos de no gritar del miedo que teníamos.

Traté de abrir de nuevo pero no se pudo, la puerta estaba cerrada y el asesino cada vez se acercaba más con un machete ensangrentado en su mano.

Agarró a mi amigo y empezó a golpearlo haciendo el salpicadero de sangre, se fue acercando a los dos que quedábamos, el hombre tenía una máscara.

Al acercarse a nosotros, se quitó la máscara pero para nuestra sorpresa, su rostro era deforme, con algunas quemaduras y cicatrices, nos dijo:

¡SOY UN SOBREVIVIENTE!.