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Esto no estaba pasando, no lo quería aceptar. No hice más que estremecerme un poco al sentir como su lengua pasaba sobre mi cuello lentamente para luego morderlo con delicadeza. Aferrarme a él era algo que no pude evitar. Mis manos se colocaron sobre su cabeza solo para acariciarla pero al instante me tomó de las muñecas con solo una mano.

Su agarre era muy fuerte, no pude evitar soltar un quejido y cerrar los ojos con fuerza. Quería verlo a los ojos una vez más, pero lo único que pude ver al abrir mis ojos fue la misma mirada oscura y sin vida que Lavi me había mostrado al despertar. Acarició mi cuerpo sin vergüenza alguna, se sentía tan bien que los suspiros no tardaron en salir.

— *No, esto no es correcto* —Pensé— L..Lavi... d..déjame ir...ghh...

— No —Respondió firme— te pedí que me hicieras sentir bien, ¿no es así?... ademas, esa fue una orden y no una pregunta

— Pero...

Ni siquiera pude terminar de hablar. Su boca atacó a la mía creando un beso apasionado y a la vez forzado. Los labios me dolían así que me separé tan rápido me fue posible, desviando mi cabeza hacia un lado. Lo había provocado. Volvió a besarme pero esta vez metió la mano que tenia libre dentro de mi camisa buscando algo en especifico. Lentamente comenzó a acariciar mis sensibles pechos haciéndome gemir.

— Ghh...mnn...aahh~... *N..No... este no eres tu, Lavi...* ¡p..pára...!

Fue ahí en donde llamaron a la puerta. Lavi no tuvo opción y me soltó. Me acomode mi ropa y abrir la puerta. Eran Allen y Lenalee. Lo único que pude hacer fue salir de la enfermería corriendo a mi habitación.

— ¿E..Eh?, ¡e..espera! —Me gritó Lenalee


NARRADORA POV

Ambos fijaron su mirada en el pelirrojo que yacía sentado sobre su cama con una mano sobre su cabeza. Estaba volviendo en si. Cuando levantó la mirada ambos contemplaron el mismo brillo de siempre en sus ojos, se le veía confundido y al instante comenzó a quejarse sobre el dolor de sus heridas.

— D..Duele... y mucho... —Gemía de dolor

Una imagen llegó a sus ojos como una luz que al instante desapareció. No hizo más que sobresaltarse, ponerse su saco y salir corriendo. Al llegar solo llamó a la puerta esperando respuesta pero no la hubo a la primera. Tocó unas 2 veces más hasta que al final abrió la puerta la huésped de aquella habitación.

— Hola, Shiromi... —La saludó con una sonrisa no muy sincera

Sus ojos se abrieron como platos. Quizo cerrar la puerta pero este se lo impidió. Debido a que el oji-esmeralda era mas fuerte que ella, terminó entrando a la habitación y cayendo sobre ella en una posición muy tentadora.

— ¡D..Déjame en paz!, ¡idiota! —Le gritaba mientras hacia el intento por apartarlo. El cual era inútil

Lavi tenia una razón por la cual no se apartaba. Por la cual había venido a verla con una sonrisa falsa que solo reflejaba preocupación. Y eso era por que quería que ella le dijera si aquella imagen que apareció frente a sus ojos en realidad pasó. Una imagen en donde se veía a él mismo tocando indebidamente a una sumisa Shiromi que yacía sobre una cama de la enfermería.

Entrégame Todos Tus Miedos ❀ D Gray Man [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora