Nuestra vejez.

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"Por ser extrovertida y tan alegre, es que me ha conquistado.

Me gusta verlas felices, la alegría reflejada en sus pequeños rostros; más cuando ven algún dulce o juguete.

A veces sus comportamientos me recuerdan tanto a ti, aún más cuando hacen rabietas porque no les permito algo.

¿Recuerdas la algarabía que formabas cada vez que querías que hiciera o te diera algo, y no lo hacía? Tremenda caprichosa, mi caprichosa.

Tienes tus momentos y defectos en tu actitud, como todos.
Pero siempre tus virtudes son aún más grandes que lo demás, además que amo la manera en la que eres, y todas tus pequeñas cosas.

¿Recuerdas cuando planteábamos nuestra vejez juntos?

Según nosotros, nos mudaríamos a un pequeño pueblo, en una pequeña comunidad, una casa pequeña, con un pequeño jardín. En fin, todo pequeño y acogedor.

Nuestros nietos nos visitarían y les contaríamos por todo lo interesante o importante que habíamos pasado, decías que a las niñas les contarías como comenzó y avanzó nuestra historia de amor. Y las incitarías a hacer lo que el corazón les dijera y siempre a buscar consejos de lo más importante; la familia.

Me pregunto si alguna vez hubiera sido así.

Cuanto quisiera que pudiéramos llegar a ésa etapa y hacer todo lo planeado.

Si sigo escribiendo comenzaré a llorar.

Hoy no hay canción, lo siento.

Te amo, caprichosa."

-Niall Horan.

Diary of a widowed father.»n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora