-¡Hanna!- gritaron las chicas al mismo tiempo-
Yo aún trataba de entender y despertar del estado de shock que la rubia había provocado en mi.
-¿Qué? Si por eso es que todas estamos aquí e interrumpimos nuestras vidas para volver al pueblo del terror.- contestó Hanna a la defensiva.
-Que yo ¿qué? - dije confundida.
-Debes impedir que Emily se casé con Paige.
Ella aún te ama.- mencionó Spencer- Además hemos escuchado que Paige la engañó... Y tu eres la única que puede hacer que Emily recapacite.
-Ok ok ok, esperen, déjenme comprender ésto.
¿Quieren que intente algo con Emily o sólo que deje a Paige?- pregunté.
- ¿Ambas? Daaah, si sabemos que también babeas por ella, Ali. Que te hayas casado con ese tal doctorcito fue sólo para olvidarla...aah y gracias por la invitación a la boda.- habló Hanna.
Siempre tan directa- pensé
-Es que no lo sé... No creo que Emily confíe en mi...- lo dije mientras miraba hacia abajo.
- Ali, es tu última oportunidad.- sentenció Aria.
Con aquellas últimas palabras no pude dejar de pensar en que la perdería para siempre si no hacía nada al respecto, sin embargo, después de haberle hecho sufrir años atrás no creo que volviese a confiar en mi y por primera vez en mi vida, yo, Alison DiLaurentis, no sabía qué hacer.
Estaba perdida en el abismo pensando mil otras cosas acerca de lo que me acababan de revelar que no me di cuenta de la hora y de que Aria y Hanna ya se habían ido; hasta que Spencer interrumpió mi estado tocanto mi hombro desde atrás.
- Y entonces, ¿qué piensas hacer?
- Spence, yo no sé... Ella ya no confía en mi.
Creo que es mejor dejar las cosas como están...-mirando al piso- yo quería intentarlo, yo quería estar con ella, pero se va a casar, Spenc...
-Con alguien que no eres tu, con alguien que no ama- interrumpió mi amiga- sólo dile que te arrepientes y que quieres estar con ella. Verás que todo resultará bien al final.
Después de oír eso decidí irme, me subí a mi auto para llegar a mi casa y pensar que rayos hacer con todo ésto. Sin embargo, terminé llegando a la casa de Emily, no sé cómo ni por qué, pero ya me encontraba a punto de golpear la puerta de su hogar, en el cual estaría con su futura esposa, esa bitch de esposa.
Respiré profundo para llenarme de valor y toqué la puerta, una vez, dos veces... Nadie contestaba, intenté una última vez y por fin pude respirar otra vez al verla a ella y aquellos ojos rasgados que siempre me hipnotizaban (aunque ella no lo sabía y es mejor así).
-Ali... ¿Qu- qué haces aquí?- completamente nerviosa
- Emily, necesito hablar contigo ¿puedo pasar? Debo decirte algo ahora.- le dije con determinación.
Cuando ya estaba dentro de su casa, la cual estaba exactamente igual, no sabía muy bien como decirle todo lo que en la puerta de su casa había practicado.
-Em, yo, bueno tu... Nosotras
-Ali- con cara de preocupación- dime que sucede, ¿le pasó algo a alguna de las chicas?
- No, no nada de eso, bueno a mi si.
Emily, no te cases por favor- le suplique.
La morena se quedó inmóvil en su sitio por más de 30 segundos y en cuanto me acerqué a ella, con un espasmo volvió en si.
-Ali, yo quiero a Paige y...
-Pero me amas a mi, yo lo sé, aún te pones nerviosa conmigo.
- No todo gira en torno a ti, Alison - respondió Emily molesta.
- ¿Ha eso has venido?, si es así, es mejor que te vayas; Paige en cualquier momento llegará y prefiero que no te vea.
-Emily... Yo te quiero, te amo... Antes era una cobarde, pero ahora te quiero conmigo, por favor no te cases, no por compromiso como yo antes lo hice,no estarás feliz.
Nunca dejé de pensar en ti y me arrepiento de no habertr busc...
- Cállate Alison, mejor andate... Te esperé mucho tiempo, tuve la esperanza en que volverías por mi y jamás lo hiciste. Ahora que estoy con Paige, no lo arruines, no lo hagas- sollosando - por fa-favor no lo hagas.
-Em... Lo siento... Yo no sé que más decirte.
-Vete.
Intenté acercarme a ella, pero sus palabras dolieron, tenía razón en todo, nunca la busqué y ella esperaba eso de mi; así que decidí salir de su casa y no mirar atrás... Bueno eso es lo que decidí, pero mi cuerpo y corazón me hicieron reteoceder y volví a golpear la puerta.
-Déjame en paz, Ali- dijo con los ojos vidriosos-
-No puedo, ya no más. Te quiero...te necesito conmigo, ahora y para siempre, Emily Fields.
Me acerqué a ella, posando mis manos en su cara, intentando a su vez que no escapara. Estaba a un par de centímetros, hasta que fue ella quien terminó con aquella distancia, fue un beso con deseo, desesperación, con ganas, un beso correspondido y por sobre todo, uno con mucho amor.
-¡Emily! ¿Qué haces?- gritó una voz a distancia.
