Segunda oportunidad

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Me acerqué a ella, posando mis manos en su cara, intentando a su vez que no escapara. Estaba a un par de centímetros, hasta que fue ella quien terminó con aquella distancia. Fue un beso con deseo, desesperación, con ganas, un beso correspondido y por sobre todo, uno con mucho amor.

Emily! ¿Qué haces?- gritó una voz a distancia.

Casi al mismo tiempo de oír esas palabras Emily me empujó a un lado, con una cara de haber sido completamente atrapada en el acto...ella simplemente no supo que decir.

-Fue mi culpa- intervine- yo la besé.

En ese momento Emily me miró con una mirada de ¿por qué estaba haciendo todo eso? Si bien yo no fui quien había concretado el beso, tuve gran parte de la culpa.

-... Lo hice porque le quiero y ella a mi, Paige- le dije con seguridad.

- Vete a la mierda, Alison.
Emily, tenemos que hablar, ahora- con un tono molesto respondió. Su auto aún estaba con las luves encendidas y la puerta abierta.

Emily aún sin saber que hacer ni qué decir, le dije.

-Ella no quiere hablar contigo, zorra. Y no vengas a dar clases de moral ni nada por el estilo, que no te sale. -sonriendo-
Sabemos que también fuiste infiel.- lo dije con el seño fruncido, al mismo tiempo que me acercaba a Paige-

- Aléjate de mi. - Dijo Paige con miedo. Chocando con la puerta de su auto.

- Ali, es mejor que te vayas. Yo...yo no debí hacer lo que hice. Paige y yo debemos hablar- habló la morena.

Pude notar en su mirada que hablaba muy en serio y decidí retirarme del lugar de batalla.
No sentía que la había perdido, sin embargo, si no hacía algo al respecto todo lo que le confesé a la morena podría irse al drenaje, y no sólo perdería la batalla, sino también la guerra.
Estaba decidida, segura y con convicción sobre qué Em, está enamorada de mi al igual que yo de ella y que haría todo lo inimaginable para poder estar juntas. Su beso había hablado...había dicho cuánto me ama.

Al pasar por el lado de Paige noté una sonrisa en su rostro, diciéndome que Emily la prefería a ella, obviamente estaba soñando con eso.
Al alejarme sentí el estruendo del sonido de la puerta del auto.Había sido cerrada, pero con mucha rabia.

Emily Pov's

-Paige, lo siento.

-Nos vamos a casar ...¡por Dios! Emily. En 3 semanas nos vamos a c-a-s-a-r.

La morena se levantó y caminó en dirección a su prometida, suponía que aún lo era, mientras el reloj cucu de la sala hacia tic toc interviniendo el silencio incómodo que se situaba en aquel rincón de Rosewood.

Emily tomó la mano de Paige, sin embargo, no duró más de tres segundos aquel contacto.

-Yo, yo no debería decir ésto- emily no sabía a qué más acudir en aquel momento- pero tú me engañaste primero, y yo sólo lo dejé pasar- la morena miró a Paige intentanto intuir que era lo que estaba pensando- por favor perdóname.- concluyó la chica de ojos rasgados.

-...así que fue por venganza- susurró Paige- ¿desde cuándo lo sabes, Emily? -Eso realmente no importa ahora, yo sólo lo sé. Yo no debí besarla...como tu tampoco debiste serme infiel y ocultarlo- sentenció Emily.

-Es sólo- Paige calló por un momento- es sólo que cuando estás con ella tú eres otra, yo no te quiero perder, te quiero- unas lágrimas cayeron por las mejillas de la castaña- y fue por eso además que no te dije lo otro. Simplemente no sabía cómo decirlo, perdóname.

La morena no dijo absolutamente nada, sólo se acercó a Paige y le regaló un abrazó cálido y acogedor que sólo ella sabía dar.

Pam, la mamá de Emily, que aún vivía en aquella casa, y estaba muy feliz con la visita de su única hija, entró en el salón interrumpiendo el momento, lo que provocó que las chicas se asustasen y Paige casi al mismo tiempo se limpiara las lágrimas.

- ¿Interrumpo algo?- preguntó Pam, expectante ante aquella situación.
El silencio nuevamente inundó aquella casa, hasta que el sonido de un celular evitó que el tic toc del reloj volviese loca a cualquiera que estuviese ahí.

- Es mi teléfono- dijo la morena mientras buscaba entre sus cosas el aparato hasta que logró encontrarlo.

-¿Aló?
- Hola
- ¿Quién es?
- Psss ¿quién más?, Hanna- dijo la rubia un poco molesta.
- ¿Cambiaste el número?...Hanna, éste en realidad no es un buen momento, te llamaré más tarde- dijo Emily y al instante cortó la llamada.

- ¿Quién era cariño? - Preguntó Pam- Sólo era Hanna, más tarde le llamaré- contestó su hija- Podrías decirle que pase a saludar, hace mucho que no la veo. Debo ir a hacer unas compras, he olvidado algo en la tienda.

La Mamá de Emily abandonó la casa, sin embargo, eso de las compras sólo había sido una escusa, era lógico, el ambiente estaba tenso y ella lo había notado. Sabía que debía dejar que hablarán a solas y resolvieran sus asuntos coml gente madura.

- Y bueno ¿qué es lo que pasará con nosotras?... - Preguntó Paige, sentándose en la orilla del sillón mirando fijamente a la morena.

- No lo sé, ¿quieres intentarlo?- sugirió Emily- Sólo quizás debamos posponer nuestra boda y tomarlo con más calma- sonrió.
Paige de inmediato se levantó y rodeo con sus manos la cintura de Emily y la morena el cuello de Paige, fundiendo un cálido beso de reconciliación. Sin embargo, la morena no sintió nada, simplemente nada.
Después de haber besado a Alison, toda su piel se había erizado y un calor había invadido su cuerpo, sintiendo esas mariposas que años atrás había sentido sólo con una persona, la misma persona, en la cama, Alison. Pero con Paige no logró sentir nada de eso, de hecho nunca lo hizo. Sólo se sentía segura con ella y la quería, pero no de la forma enloquecedora que lo hacía con Alison DiLaurentis o ¿si?.

Emily se apartó de la castaña con una pequela sonrisa- debemos llamar y cancelar todo, supongo- dijo Paige- Emh si, supongo.- susurrando, contestó Emily.

-... Gracias por darnos otra oportunidad, Em- besó la mijalla de la morena casi rosando la comisura de su labio y se dirigió a la cocina en busca del teléfono.

- ¿Qué he hecho?- pensó la ojos rasgados. - Simplemente es lo mejor- se dijo así misma- es lo mejor... ¿Cierto?- sentándose en el sillón, rodenado sus piernas con sus brazos formando una bolita con su cuerpo, hasta que otra vez el sonido de su celular la sacaba de la situación, miró su celular y otro número desconocido estaba en la pantalla, llamándola.

- ¿Sí?
-Em, soy Ali, sólo quería saber si estás bien y cómo había salido todo- con voz nerviosa le habló la rubia.- Spencer me dio tu número. ¿No te molesta, verdad?
- Ali, yo...- pensando las palabras adecuadas que debía decir- yo sigo con Paige, el beso fue un error.- Simplemente Emily, no era buena buscando palabras adecuadas.

Te necesito conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora