Capitulo 3

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-¡____!

Y la voz de Sebas hizo que inmediatamente volteara a observarlo.

-¡Mira lo que encontré!-tenía un libro entre sus manos.

-¿Amanecer? Sebastián , apenas llevo los dos primeros, ¡ése es el cuarto!-dije refiriendome a la saga de la historia que tanto me gustaba leer.

-Lo sé, pero, bueno, al menos ya sabes que cuando lo quieras leer, lo encontrarás aquí-se encogió de hombros.

Sonreí ante su comentario. Volví la mirada hacia donde se había ido aquel chico, pero ya no vi nada.

-Sebas...-hice una pausa indecisa de continuar, pero a fin de cuentas lo hice-¿No viste a un chico con chaqueta de cuero negra, lentes oscuros y un gorro negro?-cuestioné recordando al extraño con el que había chocado minutos antes.

-No, ¿por qué? ¿Te hizo algo? ¿Intento asaltarte?-soltó una lluvia de preguntas con un mátiz de preocupación.

-No-reí-¿porqué piensas eso?

-Bueno, a como me lo describiste lo primero que me vino a la mente fue un ladrón, un secuestrador, un delincuente... no sé-se encogió de hombros frunciendo el ceño.

-Nada de eso sebas olvídalo ¿sí?

Se encogió de hombros de nuevo y se volvió para ir a dejar el libro de donde lo había tomado.

Encontré la información que buscaba, y exhausta pero satisfecha, terminé.

Sebas me llevó a casa.

-Hasta mañana Sebastián -dije bajandome del auto.

-Claro...-me sonrió-...de nada-susurró sarcastico para sí mismo pero alcanzé a escucharlo.

Me volví hacia él.

-Gracias...-musité.

El me dio una sonrisa a medias y se marchó.

Entré a casa, dejé mi morral sobre el sofá y me encaminé a la cocina; no tenía ni una pizca de ánimos para cocinar, pero si la suficiente hambre como para obligarme a hacerlo.

Apenas agarré el sartén, el timbre sonó. Suspiré enfadada y me dirigí hacía la puerta para abrirla.

Del otro lado había una linda señora como de unos 40 años, 42 cuando mucho. Cabello morocho, linda sonrisa, con la mejillas ruborizadas de un color natural y una piel que a simple vista parecía ser suave.

-¡Hola! Soy Gloria Gil me acabo de mudar-señaló con su pulgar hacía atrás haciendo referencia a la casa de enfrente.

-Oh, soy ____, un gusto-le extendí la mano y ella la tomó.

-Un placer ____. ¿Tus padres no estan?

-No-negué con la cabeza-Ellos están de viaje... Negocios-aclaré

-Oh... bueno, me hubiera encantado conocerlos, pero creo que estamos en las mismas condiciones; uno de mis hijos está trabajando ahora, y el otro creo que fue a la librería para estudiar. Mi esposo, en realidad trabajo mucho, tendrás suerte si lo ves salir de la casa-Rió-Pero no te preocupes, en cuanto mis niños se desocupen, les diré que vengan a presentarse.

-Me encantaría conocerlos.

-____, traje un pequeño regalo como acto de presentación. Espero que te guste-Dijo entregándome el postre que traía entre sus manos.

-Muchas gracias. Le llevaré el plato cuando lo termine.

-No te preocupes, cariño. No te presiones en terminartelo o no lo disfrutarás-sonrió.

Just A Dream - Mario Bautista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora