Best Friend.

Día 4.

-Grace.-Gritó Sebastián, mi mejor amigo.

-Hola Sebas.

-¿Como está la mejor amiga del mundo?-Preguntó mientras caminábamos hacia el patio de la escuela.

-Ahora mejor.-Dije con una sonrisa.

-Me alegro pitufa.-Dijo dándome un beso en la coronilla y abrazándome.

-¿Y como esta Nathaly?

-Genial, nuestro noviazgo cada día es mejor, pero hablemos de ti, prométeme que no tendrás novio hasta los 30, no soportaría que me quiten a mi mejor amiga, eres solo mía y ya.-Dijo con una sonrisa para luego sentarnos en el césped.

-Lo prometo.-Dije riendo.

Si él supiera que esa promesa se va a cumplir, por el simple hecho de que moriré antes de llegar a los 30 años.

Seguimos hablando de tonterías, pero el estar con él lo hace importante, desde que empezamos a hablar ambos tenemos una sonrisa en el rostro, hasta que tocaron el timbre y ambos tuvimos que levantarnos para ir al aula, él cogió y entrelazo nuestras manos, en ningún momento la soltó, ni cuando vio a su novia, y mucho menos cuando entramos al aula y nos sentamos juntos, él empezó a hacer círculos en la palma de mi mano, eso siempre me tranquiliza.

-Amor, pensé que nos íbamos a sentar juntos hoy.-Dijo Nathaly, su novia sin ni siquiera mirarnos, solo miraba nuestras manos juntas.

-Lo siento Nathaly, pero tengo abandonada a Grace y quiero remediar eso.

-Oh, está bien, otro día será entonces.-Dijo mirándome sin expresión alguna.

Sé que ella puede mal interpretar las cosas, pero Sebastián le dejo claro que nuestra amistad era así, que no se sintiera celosa; Nathaly le dio un beso en los labios y me obligue a voltear la cara.

-Adiós Grace.-Dijo son una sonrisa y sin más se fue, y en ese momento llego el profesor, empezó a explicar sobre átomos, núcleos entre otros temas, pero yo no prestaba atención, me sentía muy cansada y un poco mareada.

-Grace, ¿Estas bien cariño?

Pero no me dio tiempo a responder porque toco el cambio de hora, recogí mis cosas y las entre en la mochila, me la acomode bien en la espalda y empecé a caminar, pero me mareaba más, por lo que empecé a dar pasos cada vez más lentos.

-Ven, sube.

-¿Qué?

-Que subas a mi espalda, te llevare a la enfermería, estas pálida y por como caminas veo que un poco mareada.

-Está bien.-Susurre

Puse mis manos en sus hombros y me impulse, él inmediatamente me agarro de los muslos, yo escondí mi cabeza en su cuello.

Sentía las miradas de todos en nosotros mientras caminábamos por el pasillo.

-Sebas, ¿por qué todo empieza a dar vueltas tan rápido?-Pregunte con voz casi inaudible, pero al parecer me escucho porque murmuro una maldición y camino más rápido.

-Amor, ¿por qué la cargas?, deberías estar dirigiéndote a clases y no a donde sea que vayas con ella.

-No tengo tiempo para tus berrinches Nathaly.-dijo Sebas y sin esperar a que respondiera siguió caminando apurado hasta llegar a la enfermería y depositarme en la camilla con cuidado.

Tenía los ojos cerrados, la cabeza me dolía cada vez más, me sentía fatal y solo escuchaba gritar a Sebas.

-¡Haga algo! le pagan para estas cosas, pues no se quede mirándola y atiéndala.