El viento suave de los años pasados, habian aplastado la vida de Alissa y Awki, quienes tuvieron un hijo sin haberse comprometido. Un error que los seguiría para toda su vida, algo terrible para ambos.
Y yo era ese tal error, mi padrastro quien era el futuro esposo de mi madre. Deseaba verme muerto.
Mi padre y yo , tuvimos que irnos de aquel lugar. Nos advirtieron de no volver allá y si lo hacíamos , nunca más volveríamos a ver la luz del día, nunca más.Pase el resto de mi infancia con mis familiares en el mar, lo pasaba genial. Era un lugar muy agradable, al igual que las personas.
Se sentía la diversión en todos lados y eso me gustaba demasiado .
Todos los días pasaban tan rápido, tanto que no me había dado cuenta de ello.
Estuve jugando con mis mejores amigos a las escondidas, era lo que más hacíamos cuando estábamos reunidos. Era muy entretenido aunque eso no duraría demasiado...
Uno de los peces se precipito en pasar al lugar que nuestros padres nos prohibían ir. En ese momento, hombres de la tierra firme lo raptaron. Al parecer querían buscar especies marinas, no para matarlas, si no para otra utilidad. Tal vez de exhibición .
Empecé a darme cuenta de que uno de mis amigos faltaba y no dudé en irle a buscar.
Observe como utilizaban una red para capturar lo que se encontraba nadando, yo me escabullí hacia una para salvar a mi amigo pero resulto algo diferente a lo planeado.
Me capturaron y dejaron a varios animales salir, al parecer yo era algo grande para su búsqueda y podían tener más dinero gracias a mi, por lo que había escuchado.Justo en ese instante mi padre apareció, no le importó ser herido por esas personas. No quería que me llevarán y no quería quedarse sólo, yo era su único recuerdo y no pensaba perderlo.
Todo comenzó a ser un desastre, una afilada asta mato al instante a mi padre y mis lágrimas no dudaron en salir.
Mi odio hacia aquellos humanos era grande. A quienes lo asesinaron.Conocí muchos mortales agradables, principalmente, gente que iba ayudar a mi madre y los niños de mi edad.
Y por supuesto, tuve un amigo humano. Alguien que le gustaba pasar todo el día conmigo, era increíble estar con el y sobretodo las estupideces que hacíamos ambos. No podía olvidar esos momentos tan divertidos.
Aunque todo aquello no duro demasiado, al saber que mi único amigo humano se iba muy lejos de mi, y sobre algunos rumores de las personas sobre mi madre, cosas que no podía creer. Algo terrible había sucedido en aquella casa en la cual antes vivía. Mi madre sufrió tanto por mi ausencia que empezaba a volverse loca. Escuchando voces, pidiéndole que me matara, para salvar mi vida.Sentí como mi vida empezaba a estar mal, cada pedazo de mi ligero cuerpo, empezaba a romperse de a poco.
Lentamente, podía sentir que la niñez alegre que alguna vez pudo vivir en mi, comenzaba a verse como un fiel recuerdo ante el reflejo de mi encierro.
Veía como las personas se impresionaban por mi bella apariencia animal.
Niños de varios lugares venían a verme y entretenerse con mis volteretas, me gustaba eso de ellos. Las sonrisas me animaban aunque... No siempre.
Cuando cerraban el lugar, yo me quedaba completamente sólo aunque no del todo, el que me había traído aquí siempre me observaba y aveces se metía conmigo para tocar mi piel.
Al parecer le gustaba, aveces lamía mi cuerpo para sentir extrañas cosas hasta hacerme sonrojar e incomodarme.
No me agradaba que lo hiciera pero si no me dejaba, el me golpeaba y me obligaba a que lo hiciera.
Todo estaba mal, todo... Todo estaba perdido.Mamá, ¿Donde estás. . .?.