-Tres meses, tienes tres meses.
- Eso parece un reto pero¿Tres meses? ¿Tres meses para enamorarte? - Digo para después poner mi mano es su mentón- No necesito tres meses, por algo que acabo de hacer en unas horas- Digo sonriendo pícaramente
-¿Acepta...
Había decidido ir a surfear, la verdad es que aprovecho cualquier momento libre para hacerlo.
Ya paso un mes desde que Lana puso el estúpido reto de los tres meses.
Es esta mujer sabe cómo ponerme loco a cualquiera.
Me encontraba sentado en mi tabla, esperando buenos olas, mirando a la nada tal cual estúpido.
Pero claro como no podía reconocer ese cabello castaño claro, lo reconocería donde fuera.
Desde donde estaba, miraba como Lana caminaba en la orilla de la playa.
Comencé a nada hasta la orilla, creo que Lana pensara que soy una especie de acosador, apareciendo frente a ella siempre en cualquier lugar, después de todo las coincidencias no existen es destino, simplemente bello y hermoso destino.
- ¡LANITA! Grito después de ver como se comenzaba a alejar.
Veo como gira lentamente su cabeza, mirándome confundía, camino hacia la orilla, para después ponerme frete a ella.
-De verdad voy a comenzar a pensar que acosas. Dice riendo.
- ¿Yo? ¿Acosándote? Déjame decirte que no tengo tanto tiempo libre como para acosarte.
-Si claro todo es pura coincidencia. Dice divertida.
-Querida Lana, mi madre siempre dice que las coincidencias no existen, es el destino que hace que las cosas pasen-Digo para después lamer gran parte del helado que lleva en la mano- Este es un ejemplo, no es coincidencia que decidiera lamer tu helado, es destino, ya que para compensar que todos mis gérmenes están ahora en tu helado, te invito a cenar.
-Y si por destino te digo que no, no acepto ir a cenar.
-Oye, eso fue un golpe bajo.
-Serás tonto, pero sabes el destino que acaba de dar hambre así que sorpréndeme.
(...)
Narra Lana:
Santa María madre de Dios, ruega por nosotros lo pecadores; repetía eso una y otra vez en mi mente viendo a Luzu en el traje de agua que llevaba puesto.
Debo admitir que nunca imagine que Luzu estuviera tan ¿Bueno? Miraba disimuladamente, sus marcados brazos y su espalda ancha, parecía un modelo de Calvin Klein.
Por su supuesto que no estaba entendiendo nada de lo que decía Luzu, no paraba de ver el cuerpo de Luzu y su cabello mojado.
Me parecía científicamente imposible que no me encontrara babeando en estos momentos.
- ¿En qué piensas Lana? Dice parándose frente a mí, soy vulnerable en este momento.
-No, no-o pasa nada, solo estaba distraída. Digo sonriendo inocentemente.
-Solo espero que no me estés desnudando mentalmente-Veo suelta una pequeña risa picara, siento como el calor sube a mis mejillas, debo de parecer un tomate en estos momentos- Oye que era broma, no te tomes las cosas tan a pecho Lanita. Dice besando mi frente.
