Capítulo 20

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- Te presento nuestro escondite, o como tú prefieres llamarle, nuestra guarida.

Después todo se vuelve negro.

    Entre la oscuridad puedo distinguir un lugar, más concretamente la guarida. En ella se encuentran dos personas Ian y yo riendo, abrazandonos, besándonos... Parecemos tan felices, pero si estamos en una guarida por algo es, ¿no? Si estamos en ella es porque nos escondemos de alguien. ¿De quién?

    Poco a poco abro los ojos y veo que me encuentro acostada en un sofá de la guarida. Mi cabeza está apoyada en el regazo de un muy preocupado Ian.

- ¿Estás bien?

- Tuve un recuerdo. ¿De quiénes nos escondíamos? - Poco a poco Ian empieza a palidecer.

- No es necesario que lo sepas.

- Ian, no quiero vivir en la ignorancia, dímelo por favor.

- Nos escondíamos de tu abuelo y de sus hombres.

- ¿De mi abuelo?

- Sí. Él no es una buena persona Laurel, te lleva persiguiendo desde los 10 años.

- ¿Por qué?

- Porque no consiguió lo que quería. Él quiere la fortuna de tu padre y mientras sigas viva él no la tendrá.

- ¿Mi padre es un hombre rico?

- El más rico del reino, era más poderoso que el propio rey.

- ¿Era? ¿Él ha...? Por mi abuelo, ¿verdad? ¿Y mi madre?

- Sí. Murió con tu padre. - Noto como las lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas, pronto vienen los sollozos y después acabo llorando en el hombro de Ian. ¿Por qué todo lo malo me tiene que pasar a mí? Y lo peor es no poder recordarlo. No poder recordar ni a tu propio padre...Y esto es por culpa de Ian. Le miro fulminante.

- Fue tu culpa, tu me diste el anillo, ya no puedo recordar nada. - Nunca en mi vida había llorado tanto.

- Lo hice para protegerte. Lo siento... - A pesar de todo, nos abrazamos y lloramos los dos. Por todo lo que hicimos y no hicimos. Por todo lo que deberíamos haber hecho y no nos atrevimos a hacer. Por todo.

- Lo siento, estaba furiosa y lo pagué contigo. Perdóname.

- No tengo que perdonarte nada, todo lo que dijiste es verdad.

- Pero no tenía que habértelo dicho, ya haces bastante por mí. - Me da un beso en la frente como diciendo que estamos en paz.

- Una pregunta.

- Dime.

- ¿Vamos a tener que escondernos toda la vida?

- No lo se. Espero que no.

- Pues hay que inventar un plan para deshacernos de mi abuelo.

- No es tan fácil, aunque nos deshagamos de él, hay más personas que quieren tu herencia. Hasta el mismísimo rey.

- ¿Y si hacemos algo para que el pueblo me quiera?

- ¿De qué nos va a servir eso?

- Pues nadie me hará daño porque sino tendría que vérselas con todo el pueblo.

- Me gusta. Sólo queda darle forma.

- No creó que sea muy difícil, ¿no?

- Lo es, créeme. Ganar el favor de miles de personas es complicado. Tienen muchas formas diferentes de pensar.

- Pero una en común.

- ¿Como cuál?

- La educación. Los pobres saben que si sus hijos tienen unos estudiosos pueden tener un futuro mejor al suyo, los ricos quieren que estudien para que sean cultos y se ocupen de sus negocio. ¿A ti se te da bien estudiar?

- Era el mejor de la clase.

- Yo también, así que seremos los profesores. Crearemos un colegio público al principio en secreto para que mi abuelo no me encuentre y se expandirá. Sólo habrá una norma importante. No hablar del colegio fuera del colegio a menos que sea para que vengan alumnos pero tienen que ser de confianza.

- Y esa es una idea magnífica, que orgulloso estoy de ti. - Ian me guiña un ojo y yo le beso.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2015 ⏰

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