Soy la primer persona que sabe cuanto duele levantarse y no saber porqué luchar. Se cuantas veces me he caído y he disimulado levantarme sin apenas daños cuando por dentro estaba destrozada. Se lo que es pasarse una noche entera dándole vueltas a la cabeza y perderse un millón de recuerdos hasta ahogarse, hasta emborracharse de ellos y acabar con los ojos inchados, tanto que casi no puedes ni venir, no puedes respirar, acabas preguntándote ¿por que si? y ¿por que no? y llega un punto en el cual ya no recuerdas porque empezaste a apretar los puños y anotar cada lagrima, sientes que todo a perdido su sentido, que tu corazón late porque tiene que hacerlo y no porque realmente te sientas vivo. Te escondes entre sabanas y crees que ellas te cubren de todo lo que esta afuera cuando realmente la batalla empieza y acaba en ti. Temes a que alguien sepa de tu soledad ignorando que nada sucede porque sí, que si quieres un abrazo o alcanzar algo tienes que salir ahí fuera y buscarlo, no vale con dejar que la vida te aplaste, no vale con decir me desapunto de ella, porque cada vez que respiro aunque tu no lo veas es único. Si, yo también he cerrado los ojos tan sólo para no ver como tras haber saltado al vacio no hay nada que frene la caída, he cerrado los ojos por miedo ha como serian las cosas una vez haber dado el golpe, pero no hay nada de malo en ello. Soy persona y como tal sangro si me pinchan y grito si tengo miedo, pero jamas me he quedado quieta, hay que superarse, cojer impulso y derrumbar uno tras otros los muros, de ahí las cicatrices, nadie crece sin ellas ni consiguen borrarlas pero si nos hacen más fuentes porque nos recuerdan el valor y el coraje de haberse atrevido a pelear contra aquello que nos podía, son esas compañeras que cuando hables, nos hacen grandes. No te voy a decir que no llores, que no te tapes la cara por temor a lo que queda por venir, no te digo que disímiles cuando te pase y finjas mil y una sonrisa por que eso lo que hace es multiplicar los daños. Lo único que quiero que entiendas es que eres fuente, que estoy convencida que todas esas horas llorando en la cama, son directamente proporcionales a todas las sonrisas que vas al ganar que no estas solo por que seguro que hay alguien que se partiría la cara por ti y que acudiría acudiría la primera llamada. Quiero que incluso creyendo no teniendo motivos seas feliz, que tu risa no sese y que bailes cuando puedas, que sepas que detrás de cada bajada, de cada caída se esconde un puedo, se esconde algo grande, se esconde todo lo que mereces.
