Eramos pequeños, y ninguno de los dos sabiamos quien eramos. Quizá si que nos sonaban nuestros nombres ya que compartiamos colegio, pero nunca nos tocó compartir la misma aula.
Quinto de primaria. Sí, unos simples crios, pero eramos felices, no nos complicabamos la vida con tonterias.
Ricard se llamaba. La primera semana de clase nos saludabamos al vernos, pero no hubo acercamiento alguno. Pasaba el tiempo y hasta que un día nos cambiaron de sitio y le tocó sentarse detras mio. A partir de ese momento, cada día ibamos hablando más y más, hasta que nos volvimos inseparables. Nos defendiamos por encima de todo. Nos ayudamos con el tema amoroso, yo le buscaba novia y él a mi novio. Tonterias de niños pequeños...
Pasaron los años y llegamos a mediados de primero de la ESO. Nos cambiaron de clase, pero seguiamos unidos... hasta que un día, intenté ayudar a una amiga con su pareja.
-Hugo! Venga abraza a María, quitaros la verguenza! -dije.
-No, que hay mucha gente delante.-dijo Hugo.
-Solo hay un par de gilipollas delante, nada más, venga abrazala!-dije, solo habia delante Ricard y Edgar, y era evidente que lo decía en broma.
-Ui, se lo diré a Ricard lo que le has llamado.
-No por favor, solo fue un decir. No quiero que se enfade.
Pasó una hora de clase y salí para saber que habia hecho hugo, si se lo habia dicho o no...
Salió Ricard a la puerta y intentaba hablar con él, pero no, el no queria contestarme, ni si quiera mirarme.
Sonó el timbre, ya era hora de irse acasa. Estaba inquieta por saber que habia pasado, yo no dije eso de verdad, era mi mejor amigo, y no seria capaz de hacerlo...
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Como estrellas fugaces✨
Teen FictionEsta pequeña historia tratará sobre la juventud, la sociedad actual, los amores, y la amistad.