Estela se incorporo en la cama con una sonrisa, llevaban ya dos días en Miami y estaba feliz La casa era preciosa e inmensa, estaba junto a la playa, precisamente la puerta trasera daba a la playa Tenia un gran jardín, muy bien cuidado, en la planta baja un salón principal que daba a una terraza al jardín trasero, un amplio comedor, la cocina, el despacho, dos baños y una sala en la que habian dispuesto juegos para Nico Desde la cocina se podía salir al porche trasero desde el que se observaba la gran piscina que lindaba justamente con el final de la parcela de la casa, permitiendo que desde ella vieras la playa En la segunda planta, diez habitaciones con sus respectivos baños
Ella estaba en la habitación principal, aunque había insistido en que se quedara Nicolás el no quiso Era impresionante, con un baño bastante grande con jacuzzi y un vestidor, una terraza bastante amplia desde la que podía divisar los jardines Nico estaba en la habitación de enfrente, para sorpresa de ella ya estaba pintada y decorada, llena de juguetes para el
Se levanto de la cama y camino descalza por el lugar, se asomo a la terraza, la playa se veía tan hermosa Aun era temprano, pero ella no estaba cansada y eso que ayer estuvieron todo el día en la playa jugando con Nico Decidió ir a correr un poco
Ya vestida con sus mayas, su camiseta de tirantes y el pelo recogido en una coleta corría junto a la orilla Se sentía muy bien con la brisa del mar y oliendo ese aire puro
-¡Max! –Oír ese nombre la sobresalto aunque la voz no le era conocida -¡Cuidado!
Estela se giro buscando al hombre que gritaba pero lo único que pudo ver es pelo y de un golpe cayo en la orilla El agua la empapo, ella grito asustada hasta que se dio cuenta de que se trataba de un perro Un San Bernardo estaba sobre ella, lamiéndola
-Perdona –Un hombre alto y moreno con un bañador verde se acerco y agarro al perro del collar tirando para alejarle -¡Max estate quieto!
-¿Cómo has dicho? –Estela se levanto cubierta de agua y arena y se quedo mirando al perro, reprimiendo sus ganas de reír -¿Le has llamado Max?
-Si ese es su nombre –El sonrió amablemente –Discúlpame, le encanta jugar y cuando ve a alguien corriendo cree que es su oportunidad Vengo temprano para no encontrarme con nadie
-Yo suelo venir mas tarde –Ella sonrió y acaricio al perro –Es muy bonito, aunque un poco grande
-Bastante –El rió –No me he presentado, soy Anthony
-Yo soy Estela –Ella asintió sonriente –Encantada
-Aunque mejor habría sido en otra situación –El le guiño un ojo y ambos rieron
Max aparco el coche en el garaje y salio de el nervioso, ¿Cómo se tomaría Estela que el estuviera ahí? Miro la casa y un escalofrío recorrió su cuerpo, le traía demasiados recuerdos Venían algunos veranos cuando aun eran una familia, cuando su madre estaba, claro que ella no solía pasar mucho tiempo con ellos Miro su reloj, eran las diez de la mañana, camino hacia la entrada y abrió la puerta
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UNIDOS
RomanceSegunda parte de TRATO HECHO; Max y Estela vuelven a encontrarse cuatro años mas tarde, pero sus vidas han cambiado Estela tiene un hijo, su hijo y aunque su reencuentro resulta ser de lo mas desagradable, el quiere formar parate de la vida del ni...