UNIDOS

Capitulo 20; ¡Te necesito!

Estela permaneció durante todo el vuelo mirando a la ventanilla, Dereck y Liliana charlaban animadamente mientras Nicolás jugaba a un juego de mesa con Nico y Max permanecía sentado al otro lado observando a la madre de su hijo   Esa mañana ni siquiera se habian dado los buenos días, se habian acabado las vacaciones y era como si todo regresara a la normalidad   Como si entre ellos no hubiera pasado nada

El avión aterrizo y todos salieron a la Terminal, después de recoger todas su cosas se dirigieron a los aparcamientos 

-Estela ¿Por qué no vas tu con Max? –Nicolás miro a ambos con una sonrisa –Nosotros iremos en el coche de Dereck

-Si, Nico se viene con nosotros ¿verdad? –Dereck cargo al niño sobre sus hombros y el pequeño comenzó a reír

Sin decir nada Estela siguió a Max hasta su auto, un deportivo de dos plazas, ¿Por qué no le extrañaba? Típico de un casanova, no de un padre de familia, el guardo las maletas en silencio  En los primeros diez minutos del trayecto ninguno dijo nada, la tensión se palpaba en el ambiente

-¿Sigues molesta por lo del perro? –Max miro al retrovisor para ver el auto de su hermano tras ellos

-No –Estela contesto bruscamente y siguió mirando por la ventanilla

-¿no? –El la miro de reojo -¡Maldita sea Estela! ¡¿Quieres decirme que te pasa?!

-Nada –Ella le miro fijamente –Creo que es mejor que todo vuelva a estar como antes

-¿Cómo antes? ¿te refieres a cuando ni siquiera me hablabas? –El acelero mientras apretaba las manos al volante -¿Así de fácil?

-¿fácil? ¿Crees que esto es fácil para mi? –Estela bufo molesta –No tienes ni idea

-¡No no la tengo! –Max paro el coche en un cruce ante el semáforo en rojo, observo por el retrovisor como su hermano paraba tras ellos -¡No hablas con claridad!

-¡Ahora soy yo la que no es clara! –Estela se giro hacia el apretando las manos en los filos del sillón

-¡Te largaste maldita sea! ¡Te fuiste sin decirme la verdad! –Max golpeo fuertemente el volante -¡Desapareciste de mi vida durante cuatro años llevándote a  mi hijo!

-¡Porque me canse! –Las lagrimas se agolpaban en los ojos de Estela -¡Me canse de esperar! ¡De esperar a que volvieras de tu casino! ¡De esperar a que fueras sincero conmigo! ¡De esperar a que cambiaras! –Ella volvió a fijar la vista al frente –Me canse de actuar como una mujer que no era solo por ti, cuando tu no estabas dispuesto a dar nada por nosotros  Me canse de sufrir en silencio y de permanecer a tu lado con una sonrisa cuando sentía cada día que mi corazón se rompía a pedazos   El semáforo esta en verde –Estela volvió a mirar por la ventanilla

Max fijo la vista de nuevo en la carretera tratando de asimilar todo lo que había oído, ¿tanto daño le había hecho?  Metió primera y acelero guiando el coche lentamente

Estela le observo de reojo, esperando una reacción, pero cansada volvió a mirar la ventanilla y fue entonces cuando lo vio  Un monovolumen negro se dirigía hacia ellos a toda velocidad, no tuvo tiempo de avisar a Max