Parte sin título 2

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Elmer caminó con paso tranquilo por la calle como siempre, sentía que nadie lo veía, como siempre.

Tenía su barba, no cortada, pero estaba de un tamaño moderado.

Vio a una mujer salir de su casa corriendo, la quedo mirando y estaba seguro que era ella, se acerco a paso rápido para alcanzarla, la mujer camino por la pista, Elmer, al haberla alcanzado paso delante de ella, después se puso en frente de ella y le toco la cara, la mujer se detuvo y se tropezó, Elmer se alejo del lugar sabiendo que era lo que pasaría luego.

Pero oyó el sonido de un golpe, luego oyó los gritos de las personas y el llanto de otras

Ya lejos del lugar se sentó en una banca del parque y comenzó a llorar y maldecir por lo que rutinariamente tenía que hacer.

- ¿Por qué tenemos sentimientos? – Dijo Elmer sollozando.

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- Así que todavía tienes sentimientos por ellos – le dijo Tom Lucas a Elmer tranquilamente.

Elmer se secó las lágrimas y levanto la mirada.

- Sabes Tom, voy 1 año haciendo esta cosa y todavía siento pena – Dijo Elmer.

- Bueno Elmer, matar a personas todos los días haciendo el trabajo de la muerte tampoco es bonito, pero, aunque no lo creas, por más imposible que sea, se hará costumbre.

- Pero Tom, lo que no entiendo es por qué lo hacemos, ¿Qué esto no lo tendría que hacer la propia muerte?

- Mira Elmer, yo tengo 10 años haciendo esto y no tengo ni idea de por qué.

Elmer se levanto de la banca y comenzó a caminar con Tom.

- ¿Y todavía tienes en tu mano el hueco?

- Sí – Dijo Elmer soltando una carcajada

Elmer tenía en las palmas de sus manos un hueco, literalmente, cualquiera podría meter su dedo en él y sería algo asquerosamente emocionante.

Elmer era el único que tenía huecos en sus manos, porque Tom no lo tenía, ni siquiera otros que hacen el mismo trabajo que ellos, no tenían un hueco.

- Oh valla, estoy sintiendo otro impulso – Dijo Tom un poco nervioso.

- Bueno amigo no quiero ver como lo haces así que nos vemos luego – Dijo Elmer.

- De acuerdo – Dijo Tom yéndose rápidamente.

Elmer ya sabía que significaba impulso, él ya lo había sentido, el corazón latía rápidamente, como un caballo, parecía un paro cardiaco y luego, alguien susurra un nombre, y ese es al que debe matar, o mejor dicho, que su tiempo de vida expiró.

Elmer siempre quiso saber quién era la voz que susurraba, una vez le pregunto a Tom sobre eso, y él le explico que la última persona que quiso averiguar quién era el que susurraba, había desaparecido.

Vio a Tom traspasando los cuerpos de las personas hasta alejarse.

Elmer camino hacia otro lado, sin rumbo como siempre, esperando a que le susurraran otro nombre, a que le dijeran a quien tenía que matar con solo tocar su cara.

Elmer algunas veces tenía la sensación de estar completamente solo, lo que es obvio ya que nadie lo ve, al igual que Tom.

De repente sintió otro impulso y luego le susurraron otro nombre y otra vez a cobrar la vida de alguien.

Las   Manos   Huecas  Marco Pérez GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora