II

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Era uno de esos dias. Uno de esos días donde su mente se nublaba completamente y lo único que rebotaba en su cabeza era un nombre. Louis, Louis, Louis.
Gemma lo llamaba un dependiente, y quizas fuera cierto, pero Louis era la unica figura paterna que jamas tuvo, asi que en sus momentos de mayor inseguridad corría a esconderse con él, pretendía ser como él.

-voy donde Louis mamá.

Y eso es todo lo que tenia que decir, porque su madre sabe cual es su refugio.

Cuando pequeño se imaginaba a si mismo como un vampiro, un nocturno, un alma solitaria que se esconde del tiempo y juega con la vida y la muerte.
Louis lo tomaba en sus brazos y lo llevaba a lugares altos en la copa de los árboles, le enseñaba cosas que ningun humano sabría.
Le enseñó a ser independiente, a que nadie le pudiera hacer daño. Aun asi, Harry volvia
Abrió la puerta que nunca se cerraba. La casa estaba a oscuras y la poca luz de la luna se filtraba por una rendija de la cortina.
Todo silencioso y sin vida. Las hojas de los árboles eran el unico sonido llenando el silencio.

Escaleras arriba no se escuchaba ni un pequeño sonido. Louis siempre estaba silencioso.

Un gruñido se escucho desde el cuarto, rebotando en el vacio de la casa, haciendo eco, provocandole escalofrios en la espalda a Harry.

Corriendo el chico subió las escaleras con el corazón acelerado por la preocupación.

Oh no.

-¡Sal!- Louis estaba tirado en el piso sin poder sostenerse, con los blancos colmillos listos para morder y sus ojos rojos y sin pupulas. -¡Vete!.

Por algún motivo Harry se vio incapacitado para correr, se quedó ahi, mirando a su mejor amigo sufrir. Con la cara contorsionada por el dolor Louis intentó luchar contra su propio instinto que le gritaba que se lanzara sobre el cuello del chico.

-¿Que no escuchas? Vete maldita sea.

-No.- Harry se acercó a él y se agachó hasta su altura. -Bebe.-Louis miró alocadamente a los ojos del chico sin creer sus palabras. Con un suspiro Harry se quitó el cabello del cuello y abrio su camiseta, revelando su palido cuello.

- Lo, lo siento -dijo Louis para luego abalanzarse sobre el y enterrar sus colmillos en el cuello del chico.

El dolor fue como una disparo al pecho, todo su cuerpo dolia y no podía moverse por unos segundos.
Se sujetó de los hombros de Louis hasta que la sensación de dolor cambio por otro más placentero. Su cuerpo comenzó a calentarse e inconscientemente tiró del cabello de Louis.

Louis se separó de él, con un hilo de sangre corriendole por la barbilla, sangre que limpió rápidamente.
Harry lo miraba con ojos nublados. Jamas lo habia visto asi, recién alimentado. Parecía que brillaba con la luz de la luna.
Esa visión se detuvo cuando Louis lo miró horrorizado y se separó hasta la ventana.
Harry aun lo miraba desde el suelo con la sensación aun latente cuando Louis abrió la ventana y saltó.

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-te mordió, Louis te mordió.

Fue lo primero que Harry escuchó al pasar por la sala hasta su cuarto. Inconscientemente se cubrió la zona donde quedaron las marcas aun latentes de los colmillos.

-¿Te atacó?

Su madre salió de la cocina chillando enojada. Ella tambien habia sido criada bajo el ala y la protección de Louis cuando era niña.

-Yo le dije que lo hiciera.

-No borró su memoria mamá- dijo Gemma horrorizada cubriendo su boca. Mirandolas extrañado y cansado de sus expresiones caminó a su cuarto, cerrando la puerta detras de él.

Borrar memoria.

¿Louis puede borrar la memoria?

¿Ha borrado la mia?

Era casi entrada la mañana cuando sintió el ruido en su ventana. Pensó que eran las hojas de los arboles chocando contra el vidrio hasta que escuchó el ruido de la ventana abriendose, desde afuera.

-¿Qué demo- una mano cubrió su boca, haciendolo abrir los ojos para encontrarse con un conocido par azul que lo miraban triste.

-¿Estas herido? - preguntó Louis mirando el costado de su cuello donde la herida de la mordida se cerraba. -¿Te duele? - sin poder hablar Harry negó con la cabeza. - lo siento mucho Harry, nunca habia estado asi...yo - Harry levantó su mano para cubrir su boca igual. - bien...¿Puedo curarte? Se que no querrias estar cerca de mi pero tenia que asegurarme...

Louis estaba nervioso y asustado, Harry jamas lo habia visto asi, como si temiera de su propia sombra, el que pudiera hacer daño con tan solo mirar sus ojos y quebrarlo con su sola presencia. Ese temor que el chico odiaba, porque alguien como Louis jamás le haría daño. Confiaba a él su propia vida si era necesario.

Cerrando los ojos se recostó de nuevo en su cama sintiendo el silencio de la noche y el sonido de su familia ya dormida. Esperó a que Louis hiciera algun movimiento, que le pusiera el alcohol que arderá en su cuello o algun ungüento para el dolor.
Lo que sintió fueron sus labios. Sus frios y suaves labios en su cuello, justo por encima de la marca de mordida. Harry siseo al sentir algo caliente deslizarse por sobre su piel enviando escalofrios por todo su cuerpo.
Cuando Louis se alejó de la curva de su cuello se sintió tentado a enlazar sus manos entre el cabello desordenado del vampiro y tirarlo hacia el, que volviera a su posición de hace un momento.
Pero Louis solo se levantó y mirandolo arrepentido salió por la ventana, adentrandose en la oscuridad de la noche.
Levantandose rapidamente Harry caminó hacia la ventana, pero Louis ya habia desaparecido de la vista mortal. Abatido se acercó al espejo para revisar su cuello: solo una estela humeda y la marca de dos colmillos casi desaparecidos.

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Las sombras de la noche se filtraban por la ventana trizada, como pequeños cristales esparcidos por el suelo sin cuidado alguno. La unica luz llenando la habitación era el tenue destello de la luna creciente, dando un aspecto mostruoso a la habitación.
Asi se sentía Louis, monstruoso. El era un monstruo, un salvaje sin cuidado. Inundandose a si mismo en su soledad y miseria, enfriando su corazón hasta el dolor palpitante de un filo profundo de eternidad.
En su mente atormentada divisaba y abrazaba con dolor la mirada de agonia del chico que la gota de humanidad ya inexistente insistia en amar, pero que la oscuridad de su alma trataba de destruir.
De todas las ironias de la vida, el enamorarse de un humano debía ser la tortura perfecta para su viejo ser. Enamorarse del ser de la creación que él fue creado para destruir.

Intentó engañarse a sí mismo diciendo que nunca podría dañarlo, que él lo protegería, pero su animal interno no podía ser engañado.

Monstruo, monstruo.

Era un monstruo. Es un monstruo.

Todos esos años atras, las memorias deberían haber desaparecido, pero estaban talladas en su mente para siempre, recordandole su pecado, la mayor prueba de la maldad interna que intenta como un lobo enjaulado escapar de si.

Tus ojos son mi amanecer favorito

Monstruo.

¿Qué hiciste? Lo mataste, ¡lo mataste!

Monstruo.

¡Asesino! ¡Monstruo!

Monstruo.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2015 ⏰

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