Chica de Invierno que vivía en Otoño.

EL INICIO DEL FIN

Se libraba una gran batalla en los bosques de otoño.
El pacífico ambiente se vio interrumpido cuando comenzaron a escucharse los repiqueteos de las suelas metálicas de los soldados.
Se dice que ellos sirven al pueblo, que lo protegen. Pero esa tarde lo único que vi fue masacre. Ni siquiera éramos un pueblo enemigo y aún así los asesinaron a todos. Mi abuela me arrastró al bosque junto con mis hermanos, justo a la frontera con el río y me ordenó que los llevará conmigo. Nos dio comida y me entregó un collar para cada uno. Lloré y le dije que subiera con nosotros a la balsa de vides que Noelia había tejido, pero ella se negó. Dijo que al ser inmortal era su deber procurar el bienestar del pueblo.
Me beso en la frente, al igual que a mis tres hermanos y me dijo "De ahora en adelante, tendrás que cuidar de ellos. Tendrás que ser valiente y tomar decisiones difíciles. No es un adiós, cariño. Volveremos a vernos cuando esto acabe. Tú debes devolver la paz. Cuida de tus hermanos, todos deben cambiar su nombre, pero nunca olviden el verdadero. Los veré al atardecer."
Dicho eso, se convirtió en una ardilla y huyó por el bosque hacia el caos.
Remé durante día y medio con la ayuda de mi mellizo Marko y mi hermana menor Azula. Mientras el pequeño Lark se mecía en las mantas. Tomamos hojas, Azula las convirtió en tela y nos disfrazados de nobles usando unas coronas de ramas que había hecho recién. Y ahí, queridos amigos, empezó el atardecer.