Memorias de un adolescente.

EL JUEGO

Jamás podré darle un significado o una definición a la sensación que causa el observar a una chica y que esa mirada que le dedicaste se te regrese, que ella de igual manera te mire y puedan pasar minutos así, constantemente volteándose a ver para fingir que no lo hacían pretendiendo el gusto, claro si tiene nombre, el juego de las miradas, si de este se desata un romance o una desilusión, todo dependiendo de la supuesta valentía o cobardía que se muestra de un hombre al tratar de acercarse para entablar una conversación, al dar el siguiente paso y hablarle, atreverte, si esa sensación que provocan los nervios de nauseas y emoción, de que ella te esta mirando y esta esperando que tu hagas tu parte, ese siempre será uno de los retos más grandes para un hombre, hablarle, mientras existimos los cobardes que se vuelve todo mas doloroso y lento, si el saber que ella ha hecho lo posible para que te acerques y seguir sin el valor para poder hablarle, por una simple razón, es tan increíble y lindo que te dirijan el gusto que previamente originaste y que sea real; que de verdad este pasando, porque si es pero esa sensación de querer acercarte y no poder hacerlo, que triste y vaga sensación de haberte enamorado a primera vista, haber tenido la oportunidad y perderla como muchas cosas en las cuales el miedo nos controla, creo que por eso le llamamos un juego, ya que si lo ganas es porque le hablaste y si no lo haces entonces perdiste y te quedas con la misma sensación ante un reto que no puedes cumplir, el no ser suficiente para ti mismo.