Final extra.

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Shawn abrió sus ojos y fue cegado por la luz del sol, se cubrió el rostro con sus manos para proteger su vista y luego de unos segundos se acostumbró a la claridad. Estaba confundido, vio a su alrededor y reconoció que estaba en una casa pero no era la suya o la de alguno de sus amigos ¿Lo habían drogado y secuestrado? No, nadie drogaría a un anciano y mucho menos a él. Se levantó lentamente y caminó por la habitación directamente hacia la puerta para irse de allí. Se sorprendió el no sentir su cuerpo pesado y cansado pero no le prestó atención, debía irse a casa, Emma lo regañaría. Luego de caminar por los pasillos de la casa encontró las escaleras para bajar al primer piso, caminó rápidamente bajando los escalones de dos en dos y cuando terminó casi se tropezó de la impresión. Había un espejo junto a las escaleras en el primer piso y cuando vio no pudo creerlo, tenía diecisiete años. Realmente tenía diecisiete años, no estaban sus canas, sus arrugas, su piel no había perdido elasticidad y era un poco más bajo y delgado. Se tocó el rostro varias veces para comprobar si era verdad lo que veía, y sí, lo era.

Se apartó rápidamente del espejo y abrió la primer puerta que encontró esperando que esta sea la salida. No lo era. Solo era el jardín. A lo lejos pudo distinguir a una persona por lo cual caminó hacia ella, al acercarse cada vez más pudo distinguir diversas características, cuando estuvo detrás de esta, con lágrimas en los ojos le dio dos toques a su espalda.

Una vez que la otra persona giró, Shawn dio un paso hacia atrás por la sorpresa.

-¿Mayra? –preguntó con vos entrecortada.

-Hola Shawn, te extrañe. –contestó con lágrimas en los ojos también.

-N-no puedo creerlo. –la abrazó y lloro en su hombro, era su Mayra, tan joven pero tan feliz-. ¿Dónde estamos? –preguntó luego de separarse.

-Estamos en casa Shawny, nuestra casa.

-¿Llegué muy tarde?

-Llegas en el momento perfecto, nunca es demasiado tarde.

-Te amo. –susurró Shawn sobre los labios de May y entrelazó los dedos de sus manos con los de ella.

-¿Para siempre?

-Para siempre.

Entonces sin la necesidad de decir algo más se besaron luego de tanto tiempo. Porque se amaban, y nunca era demasiado tarde.


Y ahora sí, doy por terminada esta adaptación, espero que les haya gustado. Muchísimas gracias por leer Dear Mayra.

Dear Mayra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora