Primer Dia

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Hoy es el primer día de trabajo con mi nuevo jefe, la verdad no se ni que me espera hoy, ayer fue muy extraño, sin mencionar cuando me saludo de mano.

Sin mucho animo me levanto de la cama, me baño me arreglo, me despido de mi novio de matemáticas.
Un par de horas mas tarde llego a mi trabajo y la secretaria del señor Morgan corriendo me abraza y me dice

-Gracias a dios bendito que llegaste, el señor Neyson te busca desde hace una hora y le urge le lleves todos los papeles de contabilidad a su oficina- Dice con la respiración agitada, casi sin aliento por todo lo que corrió supongo.

-Pero mi horario esta bien, se supone que estoy bien en el horario.

-Claro pero como es su primer día como jefe y tu como su primer día como secretaria.

Asiento y me voy a mi pequeña oficina, o al menos eso le llamo.
Reúno lo mas que puedo y se los llevo casi corriendo, toco tres veces la puerta de la oficina del nuevo jefe y nadie contesta vuelvo a tocar y de nuevo nadie contesta abro la puerta y el lugar esta solo, justo cuando iba a entrar escucho una vos masculina que dice.

-Señorita Hernandez que hace entrando hací a mi oficina-Dice con un tono suave pero como que molesto, siento mi respiración acelerarse cuando yo sigo de espaldas en total pánico y el se acerca a mi oído y me dice

-Señorita le hecho una pregunta-Su aliento huele a café es totalmente hipnotizan te me volteo y me percató de que es mas alto que yo y su camisa le queda justa y tengo una vista perfecta de su abdomen ¡O POR DIOS ESTA SÚPER FUERTE DE SOLO VERLO LO SE! Sacudó levemente mi cabeza tratando de quitar esos pensamientos y contesto.

-Lo lamento miré que no estaba y quise entrar para dejar el papeleo que me pidió-Siento que estoy roja tomate, por lo calientes que están mis cachetes y se me nota demasiado por que soy de piel clara y además no uso ni una pizca de maquillaje en mi.

-A la próxima, haga el favor de esperar a que la vuelva a llamar, no valla a ser que vea algo indebido.

-Claro, donde dejo todos estos papeles- Señalo con la mirada los papeles que tengo en las manos, un pequeño pretexto para no ver sus hermosos ojos.

-En el asiento de aun lado de mi escritorio.

Me dirijo a el lugar indicado y se que esta atrás de mi, viéndome, lo cual provoca que este nerviosa.

-Muchas gracias Hermosa Mayra.

-De nada, con permiso-Giro sobre mis pies y me topo con el, que casualidad, el mirándome.

Camino directo a la salida, pero el me habla.
tardes

-Mayra,¿Porque llegaste tarde?

-Llegue a el horario que tengo, su padre me ordenó llegar puntual.

-Pero mi padre era, mas bien es tu ex-jefe, las reglas cambian- Sonríe como si fuera tener un plan macabro y pff leo el futuro- Desde ahora vas a llegar a las 6 de la mañana.

¿QUE?

-Pero eso me haría llegar dos horas antes de mi horario.

-Lo se pero como soy tu nuevo jefe, son nuevas reglas-Sonríe con una sonrisa arrogante y yo dejo escapar el aire.

-Como usted lo ordene- Sonrió con la sonrisa mas falsa del año- ¿Algo mas que desea pedir?

Murmura algo que no logro escuchar, yo sólo levantó mis cejas tratando de hacer mi mejor cara de confusión.

-Bueno en realidad son dos cosas- Hace una breve pausa y se para dirijiendo se a una mesa con demasiado, DEMASIADOS- Quiero que TODOS estos papeles los formes en dos.

QUE. ESTA LOCO. Dios lo estoy empezando a odiar.

-Pero esos papeles son basura.

-Claro que no, quien te dijo eso.

-Su padre, el las ponía en ese escritorio, porque ya no los necesitaba.

-En primera no me hables de "Usted"- Hace comillas con sus dedos y continúan contando- En segunda, ya te dije mi papá ya no es tu jefe, ahora soy yo. Y tercero, esa basura a la que tu llamas son trabajos que tengo que dar para mañana en la mañana.

-Como ust..- Me interrumpe.

-No querida Mayra, dime Gerardo-¿Gerardo? ¿Es su apodo? ¿Así le dicen sus amigos? ¿Soy su amiga?

-¿Puedo saber porque le tengo que decir Gerardo?

-Es mi segundo nombre, no me gusta que me digan Neyson.

Noto que esta aun lado de mi, lo suficientemente cerca como para que el toque mi hombro, veo que es mas alto que yo y lo veo a sus ojos, tienen un color claro, pero al mismo tiempo, perfectos.
Sonrió levemente y recuerdo que todo esto lo tengo que hacer para antes de que salga y mi sonrisa se borra.

Desvío mi vista a los papeles y tomo un montón y me giro.

-Este, Mayra, ¿Que haces?

Giro a verlo confundida.

-¿A que se refiere? Tengo mucho trabajo que hacer y demasiado-suelto una pequeña risa tímida y el me mira muy sonriente.

-Mayra tienes nueva oficina-Me señala una puerta y me dirijo hacia ella, camino con dificultad e intento abrir la puerta, provocando que se caigan todos los papeles en el piso.

Lo único que se escucha en la oficina es la risa de Gerardo.
Lo giro a ver y el trata de ocultar su risa, pero no lo logra y yo lo fulminó con la mirada e inmediatamente se pone serio.

-Permite me ayudarte Maria.

-Mi nombre es Mayra.

Habré los ojos como platos y se me queda viendo.

-Lo siento es que así se llama mi novia-Sonríe maliciosamente y me ayuda a juntar los papeles, una parte el los agarra, o bueno, la mayoría y yo un poco.

Me giro a abrir la puerta y mi oficina es demasiado grande pero esta hecho un desastre. Tengo el doble de trabajo.
Definitivamente este día va empeorando.

-Bueno Mayra te ayudo con tus papeles de tu ex-oficina y los que están en el otro lado de la oficina.

-Gracias, yo puedo con los de mi oficinas anterior.

El solo asiente y deja los papeles en otro escritorio vacío.

[.....]

Es medio día y no he terminado la mitad de lo que necesito terminar, dios.

Voy bajando por el elevador y para mi suerte, esta vacío.

Necesito comer, lo único que desayune fue un plato de cereal y mi estomago ya esta hablando. Salgo del gigante edificio y como siempre, esta lleno de personas y trafico, espero y mi restaurante favorito, no este igual.

Tengo que caminar tres largas cuadras mi suerte empezó mal y esta mejorando es un día normal y tranquilo.

[....]

Ya comí mi hermoso y gigante sándwich. Pero mi hora de comida termino, y estoy aquí otra vez sentada en mi oficina nueva, con la mitad de ella llena de papeles; ya llevo demasiado pero falta aun mas.

Mi suerte cambia cuando mi nuevo jefe entra por la puerta.

-Mayra, que yo recuerde no te hice una entreviste para el puesto de trabajo.

Entra la pregunta cliché:
¿QUE SE CREÉ?

-Am, su padre me entrevistó hace tres años y sigo en el mismo puesto, con diferente jefe.

-Pero necesito hacer preguntas un poco diferentes.

-Esta bien, ¿Cuando? ¿Ahorita?

-Si, ahorita.

Me levante de mi asiento.
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¡O Dios Pero Que Jefe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora