Blindfolded → Elijah Mikaelson → Pausada Momentáneamente.

One.

Finalmente editado. Disfruten <3

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||Chapter One: Stop Crying||

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(Narrador)

Encerrada en el baño de su habitación, Allison estaba llorando otra vez. Pasó sus manos una vez más por su cabello rubio oscuro brillante y saludable, revolviéndolo repetidas veces y despeinándolo.

Las lágrimas no parecían querer parar de caer por sus ojos y bajar por sus mejillas. Tenía sus mejillas empapadas de ellas. Sus ojos rojos por la sangre y alrededor de él, hinchado de tanto llorar. Ella no podía evitarlo. Necesitaba descargarse.

Incluso así, Allison Murray lucía hermosa. El problema era que no había nadie que se lo dijese, pero sí muchos mentirosos para negárselo. Ellos la cegaban. Y aunque en el fondo Allison sabía que era bonita, las palabras o mejor dicho insultos de Amanda Evans, la típica rubia oxigenada, muy bronceada y de poco cerebro, claro, sin mencionar lo envidiosa que era de ella, la hacían creer lo contrario, mientras todos jugaban con su mente.

Sus sueños de ser cantante o modelo parecían desplomarse en el suelo junto a sus zapatillas blancas una vez más. Ella realmente necesitaba para de llorar, entonces fingió una sonrisa en el espejo, tomó tres respiros profundos y decidió que debía tomar una ducha.

-Eres tan fea...-

La voz de Jaime Peters era la que atormentaba su cabeza esta vez. Hasta podía recordar su risa, había vuelto a burlarse de ella y simplemente dejó que le llegara al corazón.

"No", pensó y apartó ese recuerdo de su mente. Necesitaba desecharlo y borrarlo de su memoria para siempre. Pero no pudo evitar recordarlo otra vez.

Volvió a su habitación rápidamente y sacó un improvisado conjunto, que ella creía, ocultaría su "obesa" figura. Tarareaba una canción de The Pretty Reckless mientras tanto, tratando de ayudarse a apartar su mente de lo que hasta hace menos de unos minutos la agobiaba.

Unos jeans azules bastantes sueltos yacieron en su cama, junto a una camiseta enorme de estilo masculino color blanco y con el símbolo de Nirvana estampada en ella. Para finalizar el conjunto, buscó una camisa a cuadros, roja, naranja y blanca para combinar todo.

Se metió en la ducha minutos después, esperando que el agua se llevara toda la tristeza que sentía. Esperando que al salir de ella, todos la entendieran la aceptaran tal y como era.

Básicamente, así era el día a día de Allison Melanie Murray Smoak, la joven estudiante de preparatoria de dieciocho años, residente de San Francisco, Virginia. Se sentía sola, desentendida y rechazada por la sociedad de alumnos de S. F High School. El hecho de que era hija única y que no tenía ningún un hermano o hermana que la apoyara, lo hacía aun peor.