"Ich liebe dich"

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Rodrigo finalizó la explicación del funcionamiento de las clases de alemán y la dio por concluida.

- Sara, Carol... ¿ Qué haceis en Valladolid? Es decir, Águeda no me había dicho nada de que os fuerais a mudar a España...

Águeda era la hermana pequeña de Rodrigo y actualmente la cuñada de Sara, ya que estaba saliendo con Antonio ( o Tony, como todos le llamamos).

Mientras Sara le contaba que nuestros padres se habían transladado aquí, yo me quede embobada recordando hace dos veranos mi primera cita con Rodrigo.

^^^^^^^ FLASHBACK ^^^^^^^

Rodrigo iba conmigo a clase de alemán , al igual que mis dos mejores amigas Sara y Ayla. Su padre era alemán y su madre española, pero se conocieron en Nueva York y decidieron quedarse a vivir en la ciudad que los había unido. Rodri hablaba español , alemán e inglés, pero aún así asistía a clases como yo. Era rubio con ojos azules , piel blanca y suave y un cuerpo tonificado que le hacían parecer un ángel. Todas las chicas del instituto suspiraban al verle y no me extraña la verdad....

- Em... ¿ Carol, verdad? - se giró sobre su silla y me preguntó.

- Sí, soy yo... ¿Ne-necesitas algo ? - ¡Por dios, Carol, estás resultando patética!

- Más o menos... ¿ Quieres tomar un café conmigo esta tarde?

- Sí, claro... ¿A las 6 en el Perks?

Aquella tarde fui al café más nerviosa que nunca. No espraba que me fuera a pedir una cita a mí... Espera, ¿ y si no era una cita?

- Te veo un poco nerviosa, no se si te vendrá bien tomar café...

Me giré y le vi, con su sonrisa de medio lado , apoyado en una farola y mirándome divertido. Me cogió de la mano y me llevo hasta el cine, preguntándome que película quería ver.

A la salida, los dos charlábamos animadamente sobre diversos temas cuando de repente me agarró por la cintura y me dijo:

- Eres preciosa.

Y seguidamente me besó.

- Carolina, ¡ estoy embarazada!

- SARA CÓMO QUE ESTÁS....

- Por fin vuelves a la tierra -comenzó a reír. - No sabía como hacer que volvieras ya, pero veo que ha funcionado.

- Sara,¿ nos dejas solos? - Preguntó Rodrigo

- Claramente, pero ándate con cuidado con mi amiga, ¿eh?

- No le haría daño por nada del mundo

- Eso mismo dijiste hace dos veranos cuando te fuiste... - No había podido evitar decirlo y, la verdad, la cara de Rodri fue de dolor. - Pero bueno, es agua pasada... ¿ Necesitas algo?

- Otro café contigo, tenemos que hablar. Tengo un problema.

- Mmm ... ¿ cuál?

- Ich liebe dich, Carol. Du bist mein Welt. - Me susurró al oído.

Le miré sorprendida. " Te quiero, Carol. Eres mi mundo"
Esas fueron las palabras que me dijo el día que me pidió salir oficialmente.

Me di cuenta de que se había hecho tarde, y al salir noté como una lágrima me había ido mojando la mejilla derecha y resbalaba en mi barbilla.

Dos veranos no son suficientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora