Capítulo 1.

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Las vacaciones de verano ya empiezan a aburrirme, y lo peor, aun me queda mes y medio para regresar al colegio. Bueno se preguntarán que e estado haciendo estas vacaciones, bueno la verdad es que no es nada interesante, despertarme a las dos de la tarde, ver televisión el resto del día y acostarme a las cuatro de la mañana usando mi teléfono. Esa es la historia de mi vida y todos los días es lo mismo. Aunque claro a veces voy a fiestas con mis amigos o al centro comercial.

¡Hola! Soy Esteban un chico de 15 años que le gusta vivir la vida relajado y sin muchas preocupaciones. Soy homosexual, y nunca e tenido novio y no e besado a un chico, pero hubo una vez me enamore de un chico que lamentablemente era heterosexual y fue lo peor que me pudo pasar, desde esa experiencia fui mucho más tranquilo y decidí que era mejor no enamorarse ya que eso solo traía problemas. Desde pequeño me considere distinto, siempre supe que había algo diferente en mi pero no sabia que era, algunos niños de mi escuela me parecían más lindos que las niñas, y digo niño por que eso fue cuando tenía aproximadamente a los 9 años. No le tome mucha importancia y seguí con mi vida, a la edad de 11 años tuve mi primera novia, por que si, tuve novias, e incluso mis amigos llegaron a decir que era mujeriego. Luego de 5 meses esa relación se acabo y todo siguió normal, tuve otras 4 novias aproximadamente. Pensé que todo ya había vuelto a la normalidad y que esos extraños pensamientos que tenia hacia los niños había desaparecido. Pero comencé a entrar en la etapa de la adolescencia, cuando cumplí mis 14 años me di de cuenta que los chicos me llamaban más la atención que las chicas, practique natación por un años y cuando todos nos íbamos a los vestidores a ducharnos y cambiarnos era algo inevitable ver aquellos chicos con sus cuerpos definidos y espaldas anchas. La primera fase fue la negación, creí que eran las hormonas que se habían disparado por los cielos y que por eso tenía esos pensamientos. Cuando me di de cuenta que no se trataba de hormonas entre en un estado un poco depresivo, no aceptaba mi sexualidad, no quería ser un "marica" no quería ser un "lame penes" o un "desviado" y todos aquellos insultos que usaban en contra de las personas homosexuales. Mis padres son una de las personas más homofobicas que conozco y por esa misma razón creí que no me aceptarían. Y hoy en día ellos aún no saben que soy gay. Más de una vez pensamientos suicidas llegaban a mi mente. Mis amigos no me aceptarían como era, y todo el instituto comenzaría a molestarme por lo que soy.

En 3er año de secundaria la confesión de una amiga me tomo realmente por sorpresa, era lesbiana. Dudo un poco para decirnos, por que obvio, es un tema muy delicado y uno nunca sabe como lo puede tomar la otra persona. Todos nosotros la aceptamos como era, claro, a algunos les tomó más tiempo acertar lo que era, entre esas personas estaba yo. Nunca me lo imaginé por parte de ella, pero lo bueno era que ya tenía algo de motivación y confianza en decirle a mis amigos lo que era.

La primera en saberlo fue ella y solo pudimos abrazarnos y sentirnos felices de que teníamos a alguien que nos entendiera. Con el pasar del tiempo más de mis amigos se iban enterando, principalmente amigas, y todas me seguían queriendo igual o más que antes. Y claro nunca podían faltar las típicas preguntas como "¿Quien te gusta?" "¿Cuando lo descubriste?" Y la pregunta que más me causó gracias fue "¿De que tamaño de gustan?". Ese comentario la verdad me causó mucha gracia, ya que ella no lo hacía con mala intensión. Luego, fue el momento de decirle a mis amigos, los conozco desde que estábamos en primaria, claro estaba nervioso, que alguien que tu creíste que siempre fue heterosexual, que tuvo novias y que le gustaban las niñas te diga que es homosexual. A algunos les dio igual y me aceptaron como era, pero a mi mejor amigo le costó un poco mas aceptarme como era pero al final lo hizo.

¿Cómo ha sido mi vida después de aceptar que soy gay? La respuesta es sencilla. Ha sido grandiosa, siento que me e quitado una tonelada de peso de mis hombros y que por fin puedo decir y pensar lo que siento. Todos mis amigos me siguen queriendo igual que antes y es como si nada hubiera pasado y la verdad me siento afortunado de tenerlos a ellos como mis amigos o incluso mis hermanos.

Todo Puede CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora