Transferencias y Encuentros

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Y ahí estaba el, parado frente a un enorme edifico de color blanco y verde, en la entrada rodeada de árboles de diferentes especies, y ¡vestido de chica! La falda gris cuadriculada con las franjas blanco y rojo, la blusa blanca oculta bajo su suéter naranja, y el moño rojo que adornaba su cuello, su cabello ahora con extensiones era amarrado en dos coletas que a su vez estaban trenzadas. Apretó de nueva cuenta su bolso y se preguntó por milésima vez como había llegado a eso, y muy a su pesar las palabras de la semana anterior a su llegada en esta institución se escucharon en su cabeza.

- ¡¡Si no quieres que me mate no me dejes!! --dijo aun entre lágrimas mientras se le colgaba de las piernas. Temari sonrió al ver la desesperación del rubio después de todo ya eran el centro de atención, así que despacio se acercó a Naruto.

- Entonces ¿lo harás? --le susurro lo que ocasionó la tensión en todo el cuerpo del rubio.

- ¿Q..qué?—dijo con un hilo de voz que solo la rubia mayor pudo escuchar.

- Entiende Naru, no eres el único que sabe actuar—dijo aun en un susurro pero a diferencia del anterior era un poco más atemorizante—mira a tu alrededor, ya somos el centro de atención, ¿te gustaría que todos supieran que nos has traicionado a todas?

- Pero... yo...no... --el rubio se helo.

- Tal vez no tú, pero ¿a quién crees que le creerán? ¿A un doncel que rompió el corazón de cuatro chicas?—claro dijo cuatro porque Hinata y ella no podían decir que también las engaño puesto que ellas eran sus amigas de hace muchos años.-- ¿o a las cuatro chicas que dirán que tus las engañaste—dijo de forma teatral—¿qué dirán tus amigos? Más aún ¿que dirán los amigos de tu padre!? ¿Te los imaginas hablando?—el rubio palideció, al imaginarse tal situación—te lo preguntare una vez mas ¿Naru, aceptas ayudarnos?—el silencio que solo era cortado por los llantos fingidos de la peli rosa, se prolongó por unos minutos, hasta que un leve susurro se escuchó.

- Lo haré –el rubio menciono con los puños apretados y la cabeza baja.

- ¿Qué?—el pelirrojo que había estado atento a todo no podía creer lo que su hermana acababa de lograr, convencer a su necio y terco amigo era todo un logro.

- ¡QUE LO HARE!—grito de tal forma que todos pudieron escucharlo. La peli rosa se levantó del suelo seco sus lágrimas y sonrió triunfante como todas las chicas presentes.

- Bien, eso quería escuchar—dijo Temari con voz orgullosa y victoriosa.—yo me encargo que sean transferidos de inmediato

- Espera, ¿qué dijiste?—dijo el pelirrojo con una mueca de desconcierto.—¿dijiste "sean"?

- Claro, Naru no puede estar solo en un lugar lleno de chicos donde casi no ay donceles, es más que lógico que necesita un amigo con él, --miro al rubio que aun miraba hacia el piso—además de que también te necesito como parte del plan

- ¡¡Estas loca!! –menciono el pelirrojo cruzado de brazos—ni creas que papa aceptara tal cosa

- ¡Como ya dije yo me encargo! –dijo con una hermosa sonrisa la mayor.

Y fue así como terminaron reunidos en la casa del rubio menor, previamente la rubia mayor había llamado a las madres de ambas familias implicadas para "tomar el té". Uzumaki Kushina una pelirroja de cabello largo siendo tal que le llegaba un poco más debajo de sus glúteos, su piel era de color blanco y sus ojos, gris-violeta, estaba vestida con un hermoso vestido color verde claro que resaltaba su figura, se encontraba sentada en la gran sala de su casa, a su lado se encontraba Sabaku no Karura, una mujer de cabello castaño claro y corto un poco más arriba de sus hombros, con la piel un poco más morena que la de Kushina y de unos hermosos ojos azules brillantes, vestía un vestido color arena que hacia juego con su cabello. Frente a ellas se encontraban los ocho chicos, los donceles sentados en sillones individuales mientras las chicas se encontraban en un sillón largo. Las cuatro chicas que no habían estado en la "pequeña" mansión de los Namikaze se encontraban observando a su alrededor. La mansión Namikaze podría verse como cualquier otra mansión de un magnate japonés, era grande con grandes jardines frontales y se podía apreciar que también jardines traseros, el interior era diferente al exterior, ya que de fuera se veía un poco sombría, pero al entrar se veían colores vivaces por todo el recibidor, la mayoría de la casa estaba exquisitamente decorada como la era colonial, con varias antigüedades por toda la mansión.

TODAS CONTRA EL (yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora