Estupido dios del amor!

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-Ah pasado tiempo - Dice Eros mientras sonrrie maliciosamente.

_ veo a un joven esbelto y musculoso con alas blancas como la nieve, cabello negro liso, y un sencillo hábito blanco y vaqueros del mismo color. Tiene un arco de oro y un carcaj colgados sobre su hombro. Sus ojos son de color rojos como la sangre.

- Que quieres?! - Le grita Nico - Que estas haciendo aqui?!

- Hay joven, Nico, yo soy el dios del amor, como ya sabes, estoy en todos lados y al mismo tiempo en ningun lugar, El amor es infinito, senti tu presencia y quize saludar, vamos, no puedes quejarte conmigo, despues de todo te di un novio encantador

- Tu .. .

- Basta, al parecer ustedes tienen una larga historia, pero estamos con el tiempo ajustado y tenemos que irnos, un placer conocerlo Sr.Eros , vamonos chicos - digo tratando de safarnos de una posible pelea, Eros se acerca y me estudia con la mirada.

- vaya vaya .. una hermanita, hace mucho no veo una- se acerca mas hasta hacerme sentir incomoda y dice - Que poco amor tienes en tu corazon! Como puede ser que nunca te allas enamorado?

- Se guardar las distancias- contesto rapidamente.

- Pero eso no esta permitido, joven semidiosa , Ni siquiera para los dioses, que te hace pensar que tienes esos derechos?

-No tengo ni tiempo ni interes en el amor.

- Pues eso debe cambiar, no crees? - Responde sacando una flecha de su carcaj y apuntarme con ella.

- Espera! Porfavor no!

_ Saco la espada y el escudo de Clarisse para cubrirme cuando salgo corriendo, si, se que no fue muy heroico de mi parte, pero no podia permitir que esas flechas me tocaran, Veo a Cupido volverse invisible
como luchar contra alguien que no vez? Alzo el escudo y la espada mirando hacia todos lados, pero poco puedo hacer cuando una flecha de oro se clava en mi brazo izquierdo.

- Toda resistencia es inutil, hermanita, Al final de todo el amor siempre vence cualquier barrera que le pongas, Que te diviertas - Dice antes de abrir sus alas y alejarse volando

_ Con las manos temblorosas me saco la flecha del brazo, pero esta se desvanece al instante
A lo lejos me llegan los gritos de Zick y Nico buscandome y me encuentran cuando estoy por clavarme la punta de la espada en el brazo, Zick corre a quitarmela

- Que demonios estas haciendo, es que quieres matarte?

- No, solo quiero sacarme lo que sea que me alla inyectado Eros.. - contesto al borde de las lagrimas

- Solo ganaras un herida y una infeccion si haces eso, solo Eros o Afrodita pueden quitarte la flecha, no lo vuelvas a intentar.

_ Asiento con la cabeza y lo abrazo porque nose que otra cosa hacer, cuando me separo lo miro a los ojos, nunca me habia fijado en lo hermosos que son y tienen un brillo a su alrrededor..

- Zick, siempre tubiste ese brillo en los ojos? - Le pregunto antes de darme cuenta de lo que estoy diciendo, Me levanto rapido y me alejo de el - Oh no.. esto no puede estar pasandome!

_ Veo que Zick se ruboriza hasta las orejas y Nico que hasta entonces no habia dicho nada dice - Esta anocheciendo, busquemos un lugar para pasar la noche, Solo asiento y empezamos a caminar hasta que encontramos una piedra enorme con la que escondernos aunque sea un poco, Nico se ofrece a hacer el primer turno de vigilancia y yo me alejo todo lo que puedo de ellos y apoyo mi cabeza en mi mochila sintiendome la persona mas miserable de toda la tierra

Es que no hay forma de escapar a la horrible maravilla del amor?

Finalmente me duermo y solo me despierto cuando empiezo a escuchar los.gritos.



La hija de AresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora