PARTE 3

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-¿Por qué?, ¿Por qué tengo que elegir, no hay otra manera?

-No la hay

-Yo en verdad no quiero que me lastimen y no tengo oportunidad de ganar, pero no quiero que lastimen a los que amo, sé que lo que estoy diciendo es muy egoísta, aun así prefiero enfrentarme a ellos, no tengo a donde huir y ¡no puedo vivir sin los que amo!; antes de irme quiero pedirte que cuides de mi madre.

-No te preocupes ella estará bien

Al oír esas palabras sonreí, por lo menos mi madre estaría bien sabía que podía confiar en Mazón; me aleje del hospital, mientras caminaba en la noche me decía a mí misma todo estará bien pero aun así no podía ocultar mi miedo, enfrente de mí una persona se detuvo, mi cabeza estaba agachada por eso no podía saber quién era, mis preocupaciones se empezaron a desbordar, yo estaba realmente asustada pero aun así tenía un poco de valor para atreverme a levantar mi cara y cuando lo vi supe que era la persona que me buscaba, tenía un rostro tan frio, me tomo del brazo y me llevo a un callejón que estaba cerca, no pude hacer nada estaba temblando que hasta mi cuerpo no podía responderme.

En el callejón se encontraba su compañero, al verme sonrió, esa era una sonrisa maliciosa que incluso hiso estremecerme, el hombre del rostro frío me soltó y al mismo tiempo el de la sonrisa maliciosa me sujeto el cuello con sus grandes manos, me estrujo tan fuerte que me encontraba tan cerca de la muerte, el miraba mi cara retorcida de dolor y sonreía que parecía disfrutarlo, pero, se detuvo, yo solamente intentaba recuperar mi aliento.

-No te matare ahora, quiero ver más tu cara de dolor hasta que me aburra- dijo esto mientras sonreía

-No dejare que eso suceda- decía mientras seguía recuperando mi aliento

De pronto me sentía mareada, vi que el hombre del rostro frio se acercaba, llena de temor grite

-¡Detente, no te acerques más!- retrocedí hasta llegar a la pared; mire hacia un lado, había un fierro grande lo tome sin si quiera pensarlo y me levante con mis pies temblorosos

-¿Qué crees que puedes hacer con eso?, ¿acaso tienes esperanzas de ganar con eso?- dijo el hombre de la sonrisa maliciosa

-Si- conteste a su pregunta

-Tks! Que aburrido es esto, ¡oye mátala ahora mismo!

Cuando el hombre del rostro frio se acerco tome fuerte el fierro para golpearlo en la cabeza pero lo detuvo con una sola mano y con esa misma mano lo partió en dos, me tomo con su mano del cuello estrujándome más y más fuerte sin detenerse, intente pelear con mis pies pero no funciono; ¡voy a morir, moriré en las manos de este hombre, no volveré a ver a mi madre, voy a morir! Solo pensaba y pensaba en eso, apreté mi mano fuertemente por la frustración, al hacerlo sentí algo en mi mano, aún tenía la mitad del fierro, con las ultimas fuerzas que me quedaban levante mi brazo y se lo atravesé al hombre, el solo cayo sin cambiar su expresión y en ese mismo lugar sucumbió.

-¡Como te atreves! No te perdonare, ahora no tendrás salvación prepárate para morir- lo dijo explotando de enojo

Al caminar hacia atrás resbale y caí al piso lastimándome uno de mis pies, ya no podía levantarme y el hombre reía mientras se acercaba a mí. Cayó hacia atrás cuando paro de reír, fue raro yo no hice nada que habrá sucedido; unos pasos se escucharon y vi unos pies que se detuvieron en frente de mí, alce mi cabeza para ver quién era, pero no tuvo cazo, todo lo que veía era borroso y sin poder soportar más me desmaye.

Desperté, algo asustada sin saber dónde estaba, llegue a pensar que talvez estaba en el mundo de los muertos pero dejo de ser posible cuando vi a Mazón sentado cerca de ahí leyendo un libro

-¿Este es un hospital?, ¿Qué haces aquí?, ¿Dónde está mi madre, porque no estas con ella?

-No hagas tanto ruido cuando acabas de despertar, si este es un hospital, tu madre está bien ya la dieron de alta

-¿Está sola en la casa, cómo pudiste dejarla cuando te pedí que cuidaras de ella y si la atacan? Voy a ir a mi casa

-tranquila, no recuerdas lo que paso ayer

- No del todo ¿qué paso con ellos?

-Tú acabaste con uno de ellos y en cuanto al otro yo lo hice, te seguí hasta ese lugar sin que notaran mi presencia y al ver tu valor y deseos de no morir te ayude

Unos hombres entraron al cuarto, cuidando de una mujer algo ya grande, se presentaron ante mí y me hablaron acerca de una escuela especial donde yo estaría a salvo de personas como los hombres que vi ayer aparte de que podía mejorar mis habilidades, tener aliados, porque solo personas como yo con la palabra destinada que buscan perfeccionarla estudian ahí, también descubrir mi palabra especial, todo eso era mi elección de ir o quedarme aquí, cuando regrese a casa le dije a mi madre sobre lo que me habían dicho ella me dijo que no estaría en contra y me dejaría ir si eso era lo que quería.

Lo estuve pensando varias horas y al final decidí ir a la escuela de la que me hablaron; mientras cargaba la última caja de mi cuarto vacío, mire hacia atrás, no sé por qué pero la última vez que estaría en mi casa me hiso recordar todas los tiempos que llore y las veces que sonreí, esta sería mi primera mudanza, tenía que decir adiós al lugar donde crecí, al lugar de mis hermosos recuerdos, adiós a mi querido hogar

-voy a superarlo- dije mientras las lágrimas recorrían mis mejillas

Antes de atravesar la puerta con la caja en mis brazos empecé a imaginar que sería lo que me esperaba en mi nueva vida. La atravesé y con un nuevo comienzo mi PALABRA DESTINADA aparecio

Fin.
Fin?... Tal vez

PALABRA DESTINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora