♡ cheek ♡

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el fuerte dolor de cabeza despertó a shannon exactamente a las siete de la mañana. solo estaba utilizando una camiseta y a su lado estaba recostado luke, que aún dormía como angelito. aún su visión estaba algo nublada y solo podía recordar el rostro del chico que le había vendido las cervezas el otro día. su falda estaba en el suelo y su nuevo cd estaba hecho pedazos sobre ésta. suspiró y se recostó de nuevo sobre su cama, tratando de procesar todo.

-luke..., luke... -ella murmuraba suavemente mientras sacudía a luke por los hombros-. despierta, pequeño perezoso.

ella le quitó la sábana de encima, y se sentó sobre el abdomen de luke. ella siguió sacudiéndolo y llamándolo, pero esta vez más fuerte. luke tenía la almohada de shannon llena de su saliva y un par de cabellos rubios, lo cuál le pareció asqueroso. él despertó lentamente pero con ganas, tal y como se había enamorado de ella; su cabello estaba despeinado y sus mejillas se empezaron a tornar rojas cuando vio a shannon encima de él, con su ropa de interior de encaje chocando contra el jean ajustado de luke.

-¿qué rayos sucedió? -ella comenzó a hablar-. ¿cómo llegamos aquí, semidesnudos, con un disco roto en la alfombra y mi almohada empapada por tu saliva?

pero luke no podía pensar. estaba demasiado ocupado intentado concentrarse en otra cosa que no fuera su maldita erección. su corazón latía rápido y su respiración era cada vez más agitada, definitivamente shannon lo excitaba. shannon hablaba y hablaba, de lo desordenado que estaba su cuarto, como había arruinado su maquillaje casi perfecto y como su falda favorita estaba manchada de mostaza. hasta que ella dejó de hablar y soltó una risita nerviosa.

-luke... ¿acaso eso -ella habló lento- es una erección lo que siento?

ella rio nerviosa una vez más y luke solo se quedó mirando al techo rosa de la habitación de shannon, intentando ocultar su vergüenza. ella se bajó del torso de luke y se acostó a su lado, haciendo círculos en el brazo de él.

-no te culpo, soy irresistible -ella rio pero luke pareció no entender el chiste. para él no parecía un chiste.

-eres simplemente irresistible -el habló lento-. simplemente irresistible.

y durante los quince minutos que permanecieron despiertos, ninguno de los dos se atrevió a decir nada.

el humo del cigarrillo de shannon chocó contra la nariz de luke, y él con ganas disfrutó del aroma. la mezcla entre el olor al pasto recién podado, la esencia de vainilla de shannon y el humo del cigarrillo calzaba a la perfección con el momento: sentados en el patio trasero de la casa de shannon, aún semidesnudos y escuchando la música más escandalosa que encontraran en spotify.

-no me quiso volver a hablar desde que le tiré su café encima -ella habló de repente, con la mirada perdida.

-¿uh?

-matt, el chico del partido si es que no sabías su nombre aún -ella habló sin despreocupación alguna-. espero que lo arrolle un autobús.

él rio, buscando con la mirada el punto perdido al cual los ojos grises de shannon apuntaban.

-deberíamos ir a algún partido, ya sabes... como la rutina de siempre.

shannon se lo pensó un momento, y luego de darle tres caladas al cigarrillo respondió: -me gustaría ir, de hecho, lo amaría. pero me gustaría más si pagaras tú, ya me gasté todo el dinero del mes.

-sabes que no hay problema, shannon. aunque la próxima quiro que me invites a un helado de yogurt.

ambos rieron y con lentitud se levantaron del césped, a la vez que comenzaba a sonar una canción de calvin harris de fondo. shannon se puso un par de pantalones limpios, unas zapatillas a juego con su camiseta negra y una chaqueta que la mantendría abrigada durante la noche. mientras que él, solo se colocó la camiseta que dejó en el cuarto de shannon y a los pocos minutos ya estaban llegando al estadio.

-veo, veo... -luke murmuró sin quitarle la mirada a la calle-. algo... rosa.

shannon tenía sus ojos puestos sobre los autos que tenían en frente y cualquier otro objeto que encontrara rosa. ni la señora de la tienda flores utilizaba una camiseta rosa, ni los signos en las calles eran rosas ni el cono de helado que se comía aquel niño era rosa.

-no logro ver nada rosa -ella habló-. así que me rindo.

luke rio, y arrugó la nariz. en un murmuro dijo: -es tu brasier. bonito, por cierto. hasta podría decir que me provocará otra erección en cualquier momento.

ella se aferró al cinturón de seguridad y sintió la misma vergüenza que probablemente luke había sentido esa misma mañana. para hacer el ambiente más ligero, y la situación más chistosa, dijo alto: -¿quieres apostar, rubia?

luke no la miró, solo se quedó pensando en cual sería su recompensa. cuando tuvo la idea perfecta, con una sonrisa burlona se volteó hacia shannon y le habló decidido: -¿por qué no apostar? de cualquier modo ganaría, ¿no? -ambos se sonrojaron y rieron suave-. pero si gano tendrás que darme algo, y obviamente si ganas te daré algo.

-te escucho.

-bien... -el empezó-. obviamente, como sabemos, en cada partido llega la maldita kiss cam, así que si gano tendrás que besarme en la mejilla. y si tú ganas, te compraré mañana tu propia cajetilla de cigarrillos.

-trato hecho.

shannon le dio otro sorbo a la soda que tenía en la mano mientras veía con atención a la pareja que estaba siendo partícipe de la kiss cam. esta vez eran una mujer rubia y bajita, junto con un hombre alto pero robusto, y parecía que eran tan solo unos desconocidos que habían decidido cometer tal locura. la mano que tenía libre subía y bajaba por la pierna de luke disimuladamente para comprobar si ella obtendría sus cigarrillos o tendría que besar a su mejor amigo en la mejilla.

en la pantalla apareció una chica con el cabello casi tan púrpura como un escandaloso disfraz para halloween, senos grandes y una perforación en la nariz. el bulto en los pantalones de luke creció y lo único que shannon quería era que se la tragara la tierra, no quería besar a luke en la mejilla, mientras todo el mundo los miraba. y la kiss cam casi que de inmediato se fijó en ellos.

ninguno de los dos quería hacer esto más largo, así que se acercaron y ella frunció sus labios. se acercó a la mejilla de luke y estos estamparon contra su fina barba. luke olía delicioso, a una mezcla de cigarrillo y libro nuevo, una sensación indescriptible. quizá los labios de shannon estuvieron allí mucho tiempo, porque la multitud empezaba a gritar y alentarlos de que se besaran de verdad.

luke le daba sonrisas pícaras, y ella avergonzada repetía con risitas: -cállate.

kiss cam ♡ lrh auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora