Our Dirty Little Secret. »[Rulexby]«

Parte 1.

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Como dice en la descripción, esta es la primera parte de 2 de este one-shot. andrealoverubelangel espero sea de tu agrado.

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Era el tabú de ello que hizo toda esta experiencia tan jodidamente caliente y sensual para ellos. Era algo nuevo y excitante; Rubén y Alejandro estaban experimentando lo que era tener relaciones sexuales con otro hombre por primera vez en su vida. No felación. No masturbación mutua. Aquello era realmente el acto sexual. Sentir la piel del contrario que no fuera el de sus torsos los hacía querer explotar de anticipación y deseo.

Desde hace algún tiempo se preguntaban cómo sería aquello, incluso fantaseaban silenciosamente sobre el asunto; sobre todo Rubén. Ya hace algún tiempo que el castaño sentía algo por su pequeño amigo, sin embargo nunca se había atrevido a decir una sola palabra ya que temía a la reacción que tendría Alejandro. Rubén siempre ha sido una persona muy sensible, siempre le ha importado el qué dirán, todo lo contrario a Alejandro; quien no duda en decir lo que siente y lo que piensa, te guste o no, Alejandro te lo dice a la cara. Ellos se habían conocido gracias a un amigo mutuo; Mangel, quien conoce desde la infancia a Alejandro; Mangel se mudó primero de su pueblo y años después Alejandro le siguió, mudándose al mismo piso que Mangel. Eventualmente Mangel decidió presentarle a Rubén – su compañero de cuarto – y así como así; hubo un click entre ellos. Había algo en Rubén que Alejandro no podía dejar de pensar en él. Había algo en Alejandro que Rubén no dejaba de mandar señales al pequeño, quien se preguntaba si era coqueteo. Quería que así fuera, pues veía en el un buen potencial. Potencial que él podía explotar. Después de algunas visitas el ambiente se comenzaba a tornar tenso debido a contactos accidentales entre ellos; ya sea por una palmada en la espalda por parte de Alejandro mientras reían, o un pequeño roce de sus manos mientras caminaban en el centro comercial. Todo aquello era tan notorio que podías cortarlo con un maldito cuchillo.

No pasó mucho tiempo para que el coqueteo comenzara, tanto de parte de Rubén como de Alejandro, quien disfrutaba este pequeño juego aun así tuviera dudas del castaño, no le conocía lo suficiente, pero eso no era impedimento para que cada vez que pasaban tiempo juntos sintiesen esa tensión, esa atracción en el aire que hacía que sus corazones y respiraciones se agitaran, más nunca hicieron nada ni hablaron de ello. Después de varios meses, Rubén invitó a Alejandro a pasarla en lo de Mangel. Él aceptó y tras haber llegado, se dio cuenta que Mangel no estaba presente. Después de haber escuchado al castaño decir "esta noche seremos tú y yo solamente", mandó una ola de escalofríos a través de toda su espina dorsal. Alejandro necesitaba saber si Rubén quería lo mismo que él, pero cada vez que el tema se abordaba, algo salía mal. Finalmente – como si Rubén hubiera leído la mente del pelinegro – tras haber cerrado la puerta detrás de él, se abalanzó sobre Alejandro y le dio un beso, un beso torpe que no dejaba de ser tierno. Y ese sólo era el inicio de una amistad muy... especial.

El tiempo siguió, mantuvieron esos encuentros secretos ya que Mangel tenía una opinión diferente sobre este tipo de relaciones, a pesar de que estuvo más de una vez a punto de pillar a sus amigos haciendo cosas que precisamente los "amigos" no hacen. Rubén la pasaba de lo mejor al lado del pelinegro, pues nunca había explorado ese lado de él, ese lado que pensó no existía, pues en algún momento en su vida concordó con Mangel; se burlaba de las personas con diferentes orientaciones sexuales.

¿Quién diría que después de todo terminaría enamorándose del amigo de su compañero de piso?

Alejandro odiaba admitirlo, pero también lo pasaba bien con el poste castaño; se podría decir que perfeccionó sus habilidades con ciertos... juguetes que poseía y estaba dispuesto a descubrir lo que Rubén tenía para darle.