Dos

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Taylor estaba esperando en el aeropuerto de LAX por el avión que Harry le había dicho iba a abordar para ir a su encuentro, estaba usando una peluca negra y gafas de sol, Harry le había dicho que las usara ya que quería abrazarla y darle un enorme beso para darle todo el amor que no le dio en esas dos semanas que estuvieron separados.

Harry por otra parte miraba el reloj de su celular con impaciencia, tenía que aterrizar, quería ir con la rubia y salir a pasear, bailar, comer, bueno hacer de todo junto a ella y eso era porque esta vez sí estaba enamorado de ella. Miró de nuevo la pantalla de su celular y cambió el fondo de pantalla que era una foto de él junto a Louis por una junto a Taylor; una doble vida no era fácil, tenía que mentir, tenía que esconder las llamadas y lo más importante, tenía que ocultar la culpa. El avión aterrizó y Harry le sonrió a una de las azafatas que estaban desplazando a los pasajeros de primera clase por la salida de manera ordenada, el de orbes esmeraldas fue el ultimo en salir de aquella clase, apenas sus botas tocaron el piso de mármol del aeropuerto este sacó su celular y le envió un mensaje a su novia diciendo que estaba en la zona donde recogería su maleta.

La rubia recibió el mensaje y se encaminó hasta esa zona pasando desapercibida por todos los allí presentes, al llegar a aquella área una guardia de seguridad la detuvo porque allí nadie externo al vuelo podía entrar, así para evitar un robo. Taylor bajó sus lentes de sol y susurró un suave "Voy a ver a mi novio" la guardia negó repetida veces con la cabeza dejando muy en claro que no iba a dejar entrar a la morocha.

—Demonios... —Taylor tomó su bolso y sacó su identificación de la cartera, se la pasó a la guardia de seguridad- solo quiero ver a mi novio, no robaré nada.

—Usted es Taylor Swift —dijo la mujer de piel morena en un estado de bastante conmoción— ¿Me darías un autógrafo para mi hija? Es que ella te ama, así podrás pasar, lo juro.

Taylor asintió y colocándose los lentes de nuevo firmo donde la mujer le había dicho y entró al lugar donde Harry le había dicho que estaba, allí miró por todas partes hasta que vio al alto chico de cabello castaño y gusto peculiar para la ropa esperando su equipaje con una mano en la cadera, estaba usando un sombrero redondo que ella misma le había comprado antes de viajar a UK, por eso también lo reconoció. A pasos lentos se acercó a Harry y le dio un abrazo por detrás el menor volteó su cabeza para mirar la ahora negra cabellera de la mujer, este sonrió y se dio la vuelta dándole un beso tierno en los labios, Taylor sonrió y se dejó besar con mucha felicidad de ver a Harry junto a ella de nuevo.

—¿Qué tal tu vuelo cielo? —Taylor reposó su brazo en la cintura del menor mientras este hacia lo mismo con ella, se sonrieron por un momento disfrutando la presencia del contrario, la banda transportadora comenzó a girar y Harry llevó su atención a ella esperando sus valijas.

—Ya sabes, lo normal, al menos no tuve que compartir asiento con nadie —el de orbes esmeraldas sonrió y al ver su valija la tomó y revisó que todo estuviera en orden, luego de eso besó la frente de la muchacha y tomó su mano para irse de aquel lugar.

La guardia de seguridad miró a la pareja irse y sonrió al saber quien era el novio de la cantante, no sabia mucho de aquel mundo, pero sabia que ese era Harry Styles y que se veían realmente adorables ambos estando juntos, sin siquiera conocerlos ella ya le estaba deseándoles lo mejor.

De nuevo con la pareja, todos volteaban a ver a Harry junto a aquella mujer misteriosa, con su corto cabello negro y ojos cubiertos por las gafas de sol nadie podía identificar a la chica que tenia al cantante de la cintura y le robaba varios tiernos besos en los labios.

-xx-

Ambos en la casa de la rubia comenzaron a besarse de manera lentamente, una lucha entre sus dos bocas hambrientas del contrario, las valijas de Harry quedaron olvidadas en el recibidor de la mansión californiana, el menor levantó a la rubia en sus brazos y apoyó la espalda de ella contra la pared, comenzó a dejar besos regados por toda su mandíbula, cuello y clavículas dejando algunas mordidas de amor en la ultima. Taylor gemía mientras se dejaba hacer por el muchacho, este sonrió de lado mientras seguía mordiendo suavemente las clavículas, la mayor comenzó a moverse de manera lenta sobre la semi erección de Harry.

—Taylor, estas jugando con fuego -la voz de Harry salió como un ronco gemido, sus ojos verdes se encontraron con los azules de la chica que ahora lucían varios tonos mas oscuros.

—Quizás esté buscando quemarme.

Dicho eso Harry levantó su cabeza y unió sus labios con los de Taylor nuevamente en un beso rudo, él relamió los labios de la joven mientras mordisqueaba el inferior pidiendo permiso para entrar, ella entreabrió sus labios y eso fue suficiente como para que Harry comenzara una guerra de lenguas donde ninguno quería perder. Antes de irse Modest lo había separado de Louis así que su frustración era bastante grande. Comenzó a restregarse contra la chica creando una fricción que a ambos les encantó haciéndolos gemir dentro de aquel excitante beso, Harry tomó con más fuerza a la chica y caminó hasta el sofá blanco de la sala de estar, recostó el cuerpo de la muchacha allí. Era raro ser el activo, pero se sentía bien tener el delicado cuerpo de la chica debajo de sí temblando con cada toque.

Poco a poco las prendas fueron desapareciendo una a una, las manos inquietas de ambos no podían dejar de tocarse con lujuria mientras se besaban de manera intensa y seductora, retándose hasta para llegar lo más alto del placer. Ambos quedaron en ropa interior así que dejando pequeñas mordidas en los pechos de Taylor, Harry quitó el brasier de ella comenzando a jugar con sus pequeños senos; ella bajó sus manos hasta el boxer y comenzó a acariciar la notable y dolorosa erección por sobre encima de la tela de algodón, él se removió pidiendo en silencio ser liberado de aquella presión, la de ojos azules asintió y bajó lo más que pudo el trozo de tela liberando a Harry de esa presión; comenzó a jugar con su miembro, pasando su mano de arriba abajo haciendo que el menor soltara unos roncos gemidos.

—Suficiente —Harry se incorporó y se sentó en el sofá, con la mirada oscurecida por el deseo—, levántate.

Taylor siguió la orden del chico y se levantó quedando frente al chico. Harry relamió sus labios y comenzó a masturbar su erección mientras observaba a la chica frente a él.

—Quítate la braga y móntame.

Taylor nuevamente obedeció y provocando a Harry se quitó la braga lento provocando un gruñido en Harry, la tomó de las caderas y la sentó a horcajadas sobre sus muslos, su erección rozando la entrada de la mayor.

— ¿Condón? —preguntó él mientras jugaba con los pezones de la chica haciéndola mover sus caderas, friccionando su feminidad con su miembro. Ella se acercó al otro asiento del sofá y metiendo la mano debajo de este sacó una pequeña envoltura plateada, con los dientes la rasgó y bajo la oscura mirada de Harry ella comenzó a colocarle el condón con manos temblorosas de placer.

Con el condón colocado Harry levantó a Taylor y la embistió dejándola caer sobre su miembro. Taylor comenzó a moverse de la manera en la que ambos le gustaba, rápido y duro. Ambos comenzaron a gemir mientras el olor a sexo, Harry ayudaba a Taylor con los movimientos porque las piernas de la pobre comenzaron a temblar por lo rápido de sus movimientos.

—Harry, joder —gimió al sentir como el chico la llevaba mas y mas lejos con cada salto que ella daba, su corto cabello rubio se pegaba a su frente sudada por el calor que se extendía por todo su cuerpo, él estaba casi igual que ella.

Ambos eran un desastre de gemidos y jadeos, los dos pensando en solo llegar a la cima y dejarse llevar. Harry llevó sus manos a la espalda baja de Taylor y la volvió a recostar sobre el sofá, cerró los ojos y se dejó llevar por las embestidas de Harry, sus gemidos eran como los de una puta, siempre pidiendo por más hasta que la garganta se le secara. Los dos estaban tan cerca, Taylor apretó su agarre en los hombros de Harry dejando marcados los mismos, una, dos, tres embestidas más de manera fuerte y directa se necesitaron para que los dos llegaran a su orgasmo. El cuerpo de Harry se desplomó sobre el de Taylor, pero sin llegar a aplastarla.

—Tengo una sorpresa para ti —Harry dejó un beso sobre la frente de Taylor y esta hizo un atisbo de sonrisa.

—Creo que puede esperar a que descansemos y nos demos una ducha.

Harry sacó el condón, le hizo un pequeño nudo y lo tiró por allí.

«Buscamos una emoción que nos haga sentir vivos, pasando el tiempo, te necesito aquí ahora. Dime que hay más en la vida que esto» 







La novia de Larry [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora