Cuatro

59 3 3
                                    

A la mañana siguiente las cosas no mejoraron para nada, los tres jóvenes aun seguían tensos por la situación de la noche anterior, ahora que estaban los tres en un solo espacio todo estaba para seguir empeorando.

- ¿No puedes callarte? Intento hablar con Harry -esa era la voz de Taylor que le reclamaba al más bajo por sus inmediatas interrupciones a la conversación que ella intentaba entablar.

Louis hizo un mohín y fingió pensar para luego negar repetidas veces haciendo que su flequillo se moviera de manera graciosa. Harry soltó un suspiro, jamás había suspirado tanto como ese día, era obvio que ambos ojiazules se odiaban.

-Usa tus poderes malignos para callarme.

-Puedo darte una patada en el culo para callarte, ¿No suena eso más tentador?

Harry, quien estaba siendo de nuevo ignorado por sus novios, rodó los ojos cansado de la situación.

-Mejor voy por agua -exhausto de tanta pelea el rizado se dio la vuelta y caminó al refrigerador para tomar una botella de agua.

Por unos momentos todos se sumieron en sus pensamientos, Taylor pensaba en por qué había siquiera opinado en mantener esa extraña relación de tres, Louis pensaba en cómo le estaría yendo al Chelsea en su partido con el Manchester y Harry pensaba en gatitos, pequeños y adorables gatitos.

Taylor se levantó de su asiento alrededor de la mesada y comenzó a registrar en las alacenas para ver donde se encontraba lo bueno, le dio una mirada al reloj de su celular, apenas eran las diez menos treinta. Siguió con su búsqueda por todas las alacenas hasta que al final de la última puerta de madera negra encontró tres botellas de escocés, las sacó y las dejó sobre la mesada.

La rubia caminó hasta su cartera y sacó su ipod, caminó hasta el estéreo de la sala y colocó un disco de una banda que apenas estaba comenzando a tener popularidad, pero que era demasiado genial en las letras de sus canciones, poco a poco el sonido de la primera canción comenzó a sonar.

- ¿Y eso qué?

La mujer ignoró al de ojos azules y tomó una de las botellas, la abrió y le dio un sorbo largo ante la mirada perpleja de los dos muchachos.

-Música, si quieres pasar toda la tarde aburrido es tu problema no el mío.

Dicho aquello ella se alejo y comenzó a moverse al ritmo de la música, Harry la admiró unos instantes y sonrió mostrando sus hermosos hoyuelos, tomó una botella y haciendo lo mismo que la mujer comenzó a bailar acercándose hasta donde ella estaba.

«Incluso si cambiamos siempre seremos los de siempre»

Luego de tres canciones comenzó una llamada "Let's not be alone" y Louis tomando la botella se acercó a los danzantes y sudorosos chicos para empezar a bailar igual que ellos, con movimientos al azar y brincos por todo el lugar, él estaba menos alcoholizado que los otros dos porque el apenas había comenzado con su botella y ellos ya se habían tomado casi un cuarto de la botella. Harry tomó a los dos mayores por los brazos y primero dejó un beso en los labios de Taylor para luego dejar otro en los labios de Louis, ambos ojos azules se miraban atentamente, la canción que sonaba de fondo era todo lo que ellos habían estado sintiendo junto al rizado, quizás era hora de dejar todo el drama atrás y ser felices lo que eso estuviera determinado a durar. Ambos se sonrieron y siguieron con la pequeña jornada de danza.

Harry movía sus caderas como si estuviera en el escenario junto a One Direction, sus largos rizos saltaban junto a él, Taylor imitaba a una guitarra mientras Louis hacia de cantante de aquella canción, los tres se divertían mientras se tomaban aquellas botellas de licor.

-xx-

Luego de que el álbum se repitiera dos veces y cada uno haya tomado dos botellas, de primero whiskey y ahora vino que era lo que el de orbes esmeraldas tenia por montón en su casa, todos coreaban las canciones de aquella banda, eran las tres de la tarde y solo habían comido el desayuno orgánico que Harry había preparado, sin embargo, nadie tenía hambre, solo había sed de seguir. Bailaban como si no hubiera un mañana y desde el día anterior ese quizás fuese el único momento donde ninguno estuviera peleando por los estúpidos celos.

«Tal vez esto sea amor y quizás estemos locos»

Entre más borrachos se ponían mas contacto intimo había entre los tres, al mismo tiempo, sin importar que Taylor y Louis se odiaran, ambos estaban contentos de besar y rozar sus cuerpos descaradamente sobre el rizado.

-Let's take this moment, it's ours so own it -corearon los tres al unísono y siguieron bailando mientras Harry tomaba la mano de Louis y Taylor estaba encima del sofá como si fuera un escenario.

A las seis de la tarde todos estaban ebrios hasta la medula, pero no importaba porque ya habían escuchado el álbum más de diez veces y las canciones cada vez se ponían mejor. Louis no estaba usando su camiseta, Harry tenía su camisa abierta y Taylor solo estaba usando el sujetador negro con sus jeans, en el suelo había un montón de botellas vacías pero eso tampoco importaba.

A las siete uno de ellos había apagado el estéreo, estaban tan borrachos que no recordaban quien había sido, pero no importaba porque faltaban solo dos días para el cumpleaños del rizado y aunque no estuvieran celebrando eso en un principio, ahora lo hacían. Los tres acostados de manera bizarra en el sofá de la sala de Harry comenzaron a hablar, cosas que quizás recordarían como una fantasía, como un lejano sueño de enero, confesiones de una noche desastrosa o solo como la noche donde los tres aprendieron un poco mas de cómo seguir con aquella relación que mantenían.

- ¿Creen que logremos hacerlo funcionar? -Louis que estaba apretado contra el pecho de Harry habló, alargando alguna que otra vocal e hipeando por la notoria ebriedad.

Taylor comenzó a reír mientras sus ojos se cerraban poco a poco, estaba pronta a perder la consciencia, pero lo divertido era que quería responder la pregunta.

-Claro que sí -hipeó ella- solo tenemos que... establecer reglas, además de que el enanito y yo debemos llevarnos mejor -un bostezo salió de sus labios y se acurrucó mas a Harry-, yo quiero hacerlo funcionar.

La ultima oración fue captada por ese último momento de cordura antes perder el conocimiento que se tiene para justamente recordar lo más vergonzoso de borrachera, solamente que aquí los dos menores sabían que aquello era quizás lo más acertado que la rubia hubiera dicho hasta el momento. Taylor cerró sus ojos dejándose llevar por el sueño que se le había acumulado, mañana a lo mejor todos terminarían en un baño vomitando, pero valdría la pena porque nunca antes habían bebido de aquella manera. Y aunque todo terminara en un perfecto desastre, no importaría porque lo harían parecer un hogar, no uno perfecto donde cada quien haría de muñeca de porcelana, si no de uno donde los tres pudieran sentirse cómodos entre sí, cómodos de caer y tener un par de manos extra para ayudarte a subir.

En ese lado del paraíso lo dejarían todo, jugando al escondite en las mentiras que le dirían a la prensa, pensando en las directioners que eran Larry shippers, en las que eran Haylor shippers, ¿Cuántas notarían las miradas cómplices del trío? ¿Cuántas atarían los cabos sueltos a la hora de la verdad? ¿Tendrían el apoyo de sus fans?

La novia de Larry [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora