El frío viento lo golpeó con fuerza en la cara, sin lograr distraerlo por completo de su dolor.
Releyó aquel pedazo de papel una vez más mientras las lágrimas resbalan por sus mejillas, dejando un rastro húmedo tras su paso. Llevaba al menos una hora sentado en aquel banco, leyendo una y otra vez las mismas palabras escritas a mano; esas mismas que rompían un poco más su corazón con cada nueva lectura.
«Ella no se ha ido» se repetía mentalmente sin parar, tratando de engañarse a si mismo, sin ningún éxito. «No pudo haberse ido.» Ella no volvería y de eso estaba seguro, pero él aún no estaba listo para dejarla ir, no todavía.
Sus piernas finalmente respondieron, y caminó por las calles con un nudo cerrándole la garganta, lágrimas obstruyendo su vista y una presión en el pecho que le dificultaba el respirar.
Ya en casa se dirigió en silencio hacia la habitación. Recorrió aquel lugar de rincón a rincón con la mirada, deteniendo sus ojos un par de segundos en todo aquello que le pertenecía a ella, reviviendo todas sus memorias.
Se tiró a la cama y cerró los ojos recordando como su corazón se aceleraba cada vez que ella reía y el dulce aroma de su perfume impregnado por doquier. Ese perfume que lo hacia sentirse seguro, tranquilo, como si se encontrara en el paraíso.
Podía recordar aquella preciosa sonrisa que le llenaba el alma y esos ojos azules tan profundos como el océano en los que siempre se perdía.
Inhaló profundamente, metiendo todo el aire que le era posible en sus pulmones y gritó con todas sus fuerzas mientras dejaba salir todas las lágrimas que había estado conteniendo desde hace mucho tiempo atrás.
Sin ella se sentía vacío, sin sentido en la vida. La necesitaba a su lado, pero ella ya se había marchado.
Los sollozos finalmente fueron disminuyendo y todo quedó en silencio. Fue ahí cuando se dio cuenta de que por primera vez en su vida se sentía completa y verdaderamente solo.
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¡HOLA!
Bueno, no pensaba subir esto a internet jamás de los jamases, pero las pesadas de mis amigas me obligaron cuando se las mostré. Se supone que esto era solo una tarea para el colegio, pero ya saben... terminó en wattpad.
De todos modos gracias a las feas por creer en mi, las odio por dejarme tantos mensajes en el teléfono.
Gracias por leer, mucho amor para todos.
-G.