Me cansé de estar parada en aquel pasillo y de que poco a poco las sombras se juntaran a mi alrededor, pero esta vez noté que estaban confusas, tan confusas como lo estaba yo. Nada más entrar en la habitación, Margaret me vio confusa y quería preguntarme que me había pasado , pero yo no le di tiempo hacerlo, me metí entre las sábanas y me quedé dormida al cabo de un rato.
Esa noche tuve un sueño diferente. Daniel, el chico que besaba hace cinco años, tenía la cara del chico del pasillo. Esta vez las sombras no interrumpieron ni lo quemaron, después del beso una luz me cegó, en ese momento me desperté con un grito.
*Margaret: vaya despertador más bueno me han puesto (se empezó a reír), ¿qué estabas soñando para tal grito?
*Alera: Margaret, nos conocemos de un día, lo sé, pero necesito tu ayuda.
*Margaret :Puedes confiar en mi (se colocó en mi cama atenta para escucharme)
Le conté todo lo que nunca le había contado a nadie y no tenía miedo a contárselo, me sentía liberada al decírselo. Ella escuchó hasta el final, sin cambiar la expresión de su cara. Cuando acabé, se puso de pie dio unas vueltas, como si estuviera analizando toda la información.
*Margaret: Es difícil de creer todo, pero confiaré en ti y si es cierto puede que aquel chico no muriera. El chico que viste ayer en el pasillo se llama Daniel, vino al colegio hace dos años.
*Alera: no puede llamarse Daniel, igual que... (no pude acabar la frase, me entró miedo).
*Margaret: venga vamos Alera a lo mejor no es lo que parece y nos estamos equivocando. Hasta que sepamos qué hacer, vamos a prepararnos. No podemos llegar tarde el primer día.
Nos arreglamos rápido y salimos corriendo de la habitación de camino al salón de actos donde iba a ser la presentación. Me quedé mirando para mi compañera y no podía creer lo que le acababa de contar, aunque no nos conozcamos, me di cuenta de que podría confiar en ella.
Nada más entrar por la puerta, lo vi ahí sentado despreocupado, hablando con un chico que estaba sentado a su lado, cada paso que daba acercándome a él, se me aceleraba el corazón. Le indiqué a Margaret donde podíamos sentarnos y le señalé a Daniel, él me miro y me dedicó una bella sonrisa, no entendí nada.
La presentación comenzó, nos explicaron las normas del colegio y nos presentaron a cada uno de los tutores que iba a haber este año. Cada tutor, dijo en alto los alumnos que están asignados en su clase. Se formaron cuatro filas respectivamente detrás de cada tutor y nos llevaron a nuestra aula. Por suerte me tocó en la clase de Margaret y muy a mi pesar Daniel también estaba. Nuestra tutora Miriam era una profesora joven, delgada, con pelo ondulado de color castaño y con unas gafas que le ocultaban unos ojos de color azul claro. Era una joven muy bella.
Nos repartió los horarios y nos informó que mañana comenzaríamos las clases.
Llegó la hora de comer y nos fuimos para el comedor. De repente Daniel se estaba acercando.
*Daniel: Hola, perdona por lo ocurrido ayer.
*Alera : No te preocupes, no fue nada (no era capaz de mirarlo a los ojos sin ponerme roja).
*Daniel: Esta noche te espero a las nueve en frente del reloj del colegio.
Me quedé con la boca abierta sin entender por qué me citó allí, sin darme ninguna explicación. No me dio tiempo a decirle nada, se dio media vuelta y se fue.
Margaret, que llevaba todo este tiempo a mi lado, estaba confusa, pero me miró y me guiño un ojo.
*Alera: ¿Por que me habrá citado ahí?
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Between the shadows
RomanceAbre los ojos, mira a tu alrededor y dime si lo que ves es real o no?