Me fui al aeropuerto con un taxi y de camino me puse a pensar que harían mis padres cuándo lean la nota. En realidad no creo que me busquen, ya que a veces hasta se olvidan de que existo. Amigos...No tengo así que nadie se preocuparía por mi. MEJOR.
En mi mente tenía mil preguntas dando vueltas una y otra vez que solo el tiempo sabrá contestarlas.
En menos de lo que me pensaba ya estabamos en el aeropuerto de Valencia. Nada más llegar lo primero que hice es comprar agua. Afuera había más de 40º y me estaba asando de calor.
Entonces escuché: "Pasajeros del vuelo 83 vuestro avión está apunto de despegar destino a Italia". Era la hora de comenzar mi nueva aventura. Antes de subir me tomé un chicle, por que según decía mi madre eso te ayuda con los mareos. Le di a la azafata mi documentación y subí a ese monstruo gigantesco llamado "avión". Me esperaban 4 largas horas de aburrimiento. Menos mal que me traje los cascos.
Como siempre la azafata nos enseñó como actuar en caso de accidente. No creo que pase nada pero nunca se sabe...Entonces todos nos abrochamos los cinturones y despegamos de ese enorme avión.Después de bastantes horas en ese avión, por fin llegamos a Italia. Cogí un autobús que me dejaba cerca de el hotel Il Volo, un hotel de 3 estrellas. Mi habitación no era muy grande pero era perfecta para mi. Estaba agotada por el viaje a si que me quede dormida. Me desperté por culpa de unos hombres que estaban discutiendo en italiano por el pasillo. Como ya era la hora de comer, bajé abajo para pedirme algo digno de comer...Pizza! La pizza de Italia está super-mega-hiper-ultra buena. Sobretodo la de cuatro quesos. Después de comer decidí dar una vuelta para ver cosas nuevas y también para entrar en alguna tienda. Había oído por ahí que cada jueves ponen un mercado de frutas, verduras, objetos, ropa...Así que ese sería mi próximo destino. Ya había dado una vuelta por ese mercado llamado : Le preggiato, y me había comprado un par de cosas. Unos pantalones cortos, un vestido, unas sandalias, un bolso, también me he comprado un llavero con el Coliseo de Roma de recuerdo, unas naranjas...
Ya era las tres de la tarde y aún seguía allí. Como hacía mucha calor quería comprarme un helado y después de dar "mil" vueltas al mercado durante media hora por fin había un puesto que vendía helados. La chica que se encargaba de el puesto de helados era bastante guapa la verdad. Tenía el pelo rubio y los ojos negros. Una combinación extraña pero preciosa. Le pedí a la chica un helado de vainilla con virutas de chocolate. De repente se descuidó por un segundo y me tiró el helado encima.-Aaag! Está frío, está frío!
-Ci dispiace non volevo buttari sul gelato-dijo ella con cara de preocupación.
-Emm...yo ser española-dije yo como si estuviera hablando con extraterrestres.
-Sei dalla Spagna?
Lo único que hice es poner cara de confundida.
-Podrías habérmelo dicho antes yo también soy de España.-dijo ella con una sonrisa en la cara.
-Gracias a dios al fin encuentro a alguien que entiende mi idioma.
Una carcajada sale de su boca y como su risa es contagiosa yo también comencé a reírme.
-Me llamo Gabriela-me dijo ella extendiendome su mano.
-Paula. Encantada-le dije yo.
-Encantada Paula. Mi casa está aquí al lado. Quieres acompañarme? Y así te doy algo para que te cambies.
-Si, gracias no estaría nada mal.¡Hola! Espero que os haya gustado este capítulo. He intentado que sea más largo ;)
Denle las gracias al traductor de Google que me ha ayudado con algunas frases :). Que os ha parecido este capítulo?
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Viajando por el mundo
Teen FictionPaula es una chica de Madrid, a la que le encanta la fotografía. Pero sus padres la tratan aún como una niña pequeña y indefensa que no sería capaz ni de matar una mosca. Ella quiere mostrarle a sus padres y a todo el mundo, que ella es capaz de ha...