Tú, sinceramente, no sabes nada. (Kaisoo)

Capítulo catorce.

Kyungsoo tenía una mezcla de sensaciones que últimamente le estaban pasando la cuenta, ni siquiera en el transcurso de los día había podido dormir bien, mucho menos desde el día en que dejó de hablar con Jongin. Su rutina nocturna era acostarse, patalear debajo de las sábanas, ir a la cocina por un vaso de agua, tropezar con algo en el camino, quejarse por el dolor y llorar usándolo como excusa, volver acostarse, darse vueltas en la cama, mirar el celular por si tenía un nuevo mensaje o llamada, patalear otra vez porque no tenía nada y luego dormir una o dos horas antes que él sol saliera.

Al principio le había costado admitirlo, la verdad que para una persona tan egocéntrica como Kyungsoo era una tarea bastante tediosa y molesta pero de todas formas lo admitió; lo admitió después de haber ido de fiesta a un pub, después de tomarse unos cuantos tragos, bailar con el cuerpo sudado pegado a otro hombre, luego de besuquear otro cuantos desconocidos; lo admitió cuando el dolor de cabeza producto de la resaca del día anterior le hizo mojarse la cara en el lavamanos y que luego al levantar la cabeza con el agua estilando por su rostro hiciera que se mirara casualmente al espejo con una expresión demasiado triste como para estar apoderada de la cara de Kyungsoo.

''Estoy enamorado de Jongin'' fue lo único que pensó y artículo al mirarse, realmente era lo único que rondaba en su mente los últimos días y realmente se sorprendió cuando una sonrisa realmente cálida le broto en la boca por haberlo dicho, es como si una especie de peso en su espalda hubiera caído como plomo al suelo y chocara con el azulejo color verde agua del baño.

Pero Kyungsoo lo sabía desde mucho antes, quizás desde mucho más antes de que todo el mundo lo pensará, Kyungsoo lo sabía desde el minuto que vio a Jongin con su pelo color negro azabache contrastando la pared amarilla pastel pálida, con la sonrisa perlada ladina y los ojos color marrón brillantes, Kyungsoo lo supo desde ese momento porque de pronto el estómago se le había revuelto como si hubiera ido a un parque de diversiones y se hubiera subido a todos los juegos sin descanso, era una sensación vertiginosa.

Y bueno, así mismo, luego de hacer una mirada retrospectiva de su vida, Kyungsoo concluyó que su vida había sido una montaña rusa cuesta arriba al lado de Jongin, cada momento era un éxtasis a su lado. Pero quizás el miedo es el cáncer social, o al menos eso dicen y Kyungsoo lo contrajo de a poco, tan lento pero rutinario que de pronto se hizo un escudo en el corazón contra Jongin; Kyungsoo de pronto comenzó a preguntarse si Jongin había notado que era gay y comenzó a cuestionarse si sus caricias eran aptas para la relación que mantenían, luego de esto se cuestionó si realmente estaba bien sentir aquello por alguien quien dice ser tu verdadero amigo y de pronto comenzó a tener miedo de arruinar su amistad, de pronto pensó que la amistad, esa simple amistad que tenían, era mucho más valiosa que sus deseos de acariciarlo y quererle. Y así, sucesivamente, comenzó a crear una barrera en su corazón que por poco no tenía tallada la cara de Jongin con una equis encima y comenzó a ocultar sus sentimientos de a poco, tanto que luego de uno o dos meses se fundieron con aquella barrera e hizo como si nunca hubiera sentido nada y busco maneras de llenar ese vacío existencial con otra gente, con otros labios, con otros cuerpos.

En el momento fue todo un éxito, las caricias momentáneas ajenas lo habían satisfecho lo suficiente como para sentirse feliz unas cuantas horas, el sentirse deseado le había dado cierta tranquilidad hasta que llegaba a su casa, pero todo cambiaba cuando su espalda chocaba con la cama y su mirada quedaba pegada al techo y volvía a sentirse vacío. Esto se repitió una, dos, quizás muchas veces y de pronto ni Kyungsoo se reconoció al espejo, era una persona totalmente distinta, como si algo dentro de él hubiera cambiado, se había vuelto un egoísta, manipulador y egocéntrico ni siquiera le importaba si alguna vez quiso a Jongin o si él ahora lo quería, nada era importante, si concepto de vida era beber hasta perder la memoria, buscar calidez en bocas ajenas y odiar a todos en silencio.