Nosotros Para Siempre (Luffy) [Editando]

¡Ya ha empezado! ¡La reina será libre!

El sonido de las espadas peleando unas contra otras era evidente, la armada tenía treinta individuos pero Elektra ya se había encargado de varios, Usopp desapareció en pleno combate confiándole todo a la mujer de cabello azul. Fácilmente se subió a un espacio alto y tenía la ventaja, las lanzas las agarraba de las estatuas que se encontraba en los pasillos, todo el castillo era su espacio de batalla. El espacio entre Luffy, Zoro y Sanji contra Rem era en la sala principal, los comandantes, Flynn, Kastel y Reppi, se hallaban saltando de un lado a otro, Zoro y Sanji se encargarían de ellos, pero Luffy... Luffy tenía que ir contra el bastardo de Rem. Nami estaba luchando contra Marget, un Bo contra un estoque.

-¡Oye! ¿¡Qué es esto!?—Usopp apareció en el balcón, arriba de las escaleras mostrando un medallón con arena negra. —Marget volteó asustada y comenzó a temblar.

—¿Q-qué h-haces eso?—tartamudeaba la rubia. —¡Devuélvelo hijo de—!

—Traqnuila, querida yo me encargo...—respondió Rem de manera calmada, agarró a Luffy cuando le lanzó su brazo y lo aventó hacia la pared de manera agresiva.

—¿Querida? -preguntó Nami y al instante el estoque de Marget se lanzó hacia ella así que tuvo que detenerlo.

—¿Te sorprende que seamos pareja, bruja?—le respondió Marget y Nami la empujó con una patada en su tórax, está misma tenía una expresión de confusión en su rostro, como si no comprendiera algo.

—Entonces eres su padre... ¿¡Mataste a tu propia hija!?— Nami exclamó enfurecida apartándose un poco de los ataques. Rem se quedó en silencio unos momentos mirando a su pareja y ambos comenzaron a sonreír y poco a poco a reír.

— Así parece ¿no?— carcajearon. Luffy salió de los escombros atacando a Rem. Un golpe en la cara era suficiente.

—Maldición. ¡Usopp rompe el medallón! —gritaba el capitán, no sabía ni que era pero al parecer a ellos les molestaba que lo tuviera, y eso era suficiente para hacerlo trizas.

—¡Entendido!—Cuando Usopp iba a lanzar el medallón Rem le da un fuerte golpe en el estómago, Usopp cae por las escaleras.

—¡Usopp! Mierda... —Nami se lanza contra Rem pero Marget la toma del cabello con agresividad y la lanza hacia una pared, comienza a pegarle bastantes veces, y Nami no puede hacer nada.

—¡Nami-san! —Sanji iba a ir contra Rem pero Luffy le detiene.

—¡Detente! ¡Él es mío! Este tipo... este tipo ya me cansó. ¡Creyéndose dueño de todo aunque sólo sea un imbecil! Este tipo cometió un grave error, y es el de meterse conmigo y con los recuerdos de mis futuros nakama. Yo... yo no me puedo permitir que alguien como él me derrote!

[AMIE]

"Un día, un día le mostrarás a todos, quien es Amie"

Abrí los ojos poco a poco, mi cabeza y cuello dolían, y me costaba respirar ¿Qué sucede? ¿Fue todo una pesadilla? Veo la barbilla de alguien... ¡es Nami! ¿Qué hace ella aquí? Estoy acostada en sus piernas, cuando se me aclara la vista puedo ver que está herida. Nami... Hay un zumbido en mi cabeza, me duele.

—¡Luffy! —¿Acaso oí bien? Luffy... ese nombre, apenas y puedo recordarlo. Hay bastantes luces que pasan por mis ojos, como una película. Puedo sentir olores, recuerdos...

—¿Qué pasa?—logro decir con dificultad, Nami me escucha a pesar del estruendo que está pasando ahora mismo. Voltea y me sonríe.

—Amie estás bien.—me sonríe de manera triste y noto qué hay una lágrima.

Con mucha dificultad veo a Moniko luchando contra Rem, no se detiene y se nota que está enojado, están ¿Zoro y Sanji? Yacen en el suelo heridos, hay bastantes guardias también en el suelo, miro hacia mi otro lado y está Usopp junto a mi, en el suelo. Elektra y D. Jin están sangrando mucho, están los guardias comandantes de Rem también en el suelo desmayados, pero... pero ellos eran demasiado fuertes ¿Qué diablos sucedió?

—Luffy aún no ha ganado pero ten fe—me dijo con una leve sonrisa y siguió observando. Otra vez ese nombre.

—¿Luffy?—susurro, observo de nuevo a Moniko, está furioso y se ve tan... tan increíble, indomable, tan apuesto.

—Amie, verás, al principio pensamos que eras una cazarrecompensas bastante engañosa, así que tuvimos que cambiarle el nombre a nuestro capitán, Moniko es en realidad Luffy, lo sabemos todo. ¿Lo recuerdas? Luffy era tu mejor amigo en la infancia, la pasaban juntos todo el tiempo, tú ¿lo recuerdas aún ?

Luffy, él era Luffy, siento que mi corazón va a estallar, puedo recordarlo, puedo recordar algunas cosas, su cara, sus abrazos. Él, él era la clave de todo, incluso aunque no lo recordara, siempre mi mente lo supo, todas esas luces que se me aparecían, eran por él , siempre fue por él. Me incorporo y miro como se están matando entre los dos.

—¿Porqué? ¿Porqué está peleando? —digo asustada, siento como el viento es fuerte, las puertas están semi abierta.

—Está pelando, por ti. —me dice, volteo a verla, me sonríe triste y de nuevo lo miro, me le quedo viendo con ganas de llorar. Estaba peleando por mi, él quería que yo fuera libre, incluso aunque le dije que se fuera.... él volvió. Las ganas de llorar son fuertes pero no es hora de llorar, yo debo ayudarlo, yo debo protegerlo.

—¡Luffy, por favor detente! —gritó con todas mis fuerzas, mi garganta duele, me paro completamente aunque mis piernas duelan.

—¡Amie!—voltea, le miro, sus ojos son tan profundos, hipnóticos.

—L-Luffy, si es que así te llamas... agradezco que lucharas por mi, pero ahora ya no tiene sentido, después de tanto solo me quedaba aceptar que yo nunca sere libre...—lloré un poco.

—¡Ves! ¡La pobre ya se resignó! Jamás será libre, será mi esposa y hará lo que yo diga. —Luffy lo miró con odio. —Amie ríete.

—¡No te atrevas! ¡Lucha contra su voluntad! —gritó Luffy.

N a r r a d o r

La cara de tristeza de Amie se fue transformando en una sonrisa, pero sus ojos demuestran lo contrario, caen lágrimas como perlas blancas de sus ojos, esto es culpa de Rem, ella estaba asustada, ella estaba muy asustada y triste.

—Es-estoy bien.—dijo Amie con una voz quebrada.

—¡Tú debes llorar cuando quieras! ¡Sonreír cuando quieras! ¡Reprimir tus sentimientos te puede hacer daño, tonta! ¡Llora Amie, llora! —gritó Luffy, su voz hizo eco en todo el salón.

Amie lo intentó, escuchó esto con claridad, quiso deformar su sonrisa, puso sus manos en su cabeza, pelear contra tu mente controlada, estuvo haciendo movimientos errados, y gimoteos por la fuerza que estaba ocupando hasta que por fin empezó a sollozar,  mostró su cara llorando y por fin, cuando se dio cuenta de que se estaba controlando a ella misma sonrió genuinamente. Miró a Luffy y por fin le sonrió de verdad entre sus lágrimas, él también le sonrió cuando un puño lo lanzó lejos.

—¡Para! ¡Ya basta!—un escalofrío recorrió su espalda, un frío que ella conocía, su aliento casi se acabó cuando por fin lo reconoció, ese poder, ese odio, tal vez si ahora tenía a alguien a quien proteger, entonces podría controlarse a sí misma, tenía los pelos de punta y la piel de gallina, sus piernas temblantes. Todo dependía si ella aceptaba obtener ese poder.

Ella aceptó.

El color rosa que cubrió sus ojos ahora se volvió fosforescente, y esa energía la rodeaba, cierra los ojos por un momento.
Nami, que estaba a un lado de Amie, salió gateando lo más rápido que pudo, estaba sorprendida, sin duda.

—Amie...—Elektra estaba al lado de Nami sin que ella lo notara, así que se asustó un poco.

—Elektra, ¿qué es eso? ¿Qué está pasando? —preguntó Nami asombrada.

—Al llegar a esta isla, supimos que la maldición de la bruja era real pues D. Jin y yo estamos siendo poseídas, a diferencia de lo que puedas pensar, es una relación bastante simbiótica, nos dan más fuerza y  poder. Sin embargo, Amie es diferente, parecía ser como que ella ya tenía "algo" dentro de su ser, algo más fuerte de lo que D, Jin y yo tenemos. Es en exceso peligroso, esa forma de poder puede ser controlada pero al usarla Amie se vuelve una persona completamente diferente. Una persona con deseos de sangre.