— Vas a reprobar - Te decía una mujer en tono burlón - En serio, reprobarás - Repitió pero más seria. Esta mujer alta, con cabello ondulado y castaño que se dirigía hacia ti, era tu madre, Lucy.
— Mamá, no me fastidies, hago lo que puedo... - Decías sin siquiera mirarla a los ojos. Eras una "rebelde sin causa".
— Tienes examen en una semana y aquí estás, ni te despegas de la televisión - Gruñó la mujer de tu lado.
— Mamá, aprobaré. Confía en mí - Respondiste segura, aunque la seguridad ni tú sabías de donde la habías sacado, ni puta idea de como aprobarías. Lucy se alejó y te dejó tranquila conforme con tu respuesta, aunque sabía que lo más probable era que no hicieras nada por aprobar.
Después de un rato, miraste la hora y te diste cuenta de que era algo tarde, así que decidiste apagar la consola y la televisión. Fuiste a tu habitación y te lanzaste encima de la cama. No podías dejar de pensar en el examen de la próxima semana, pero ahora sólo podías dormir, no te ibas a volver una experta en biología de aquí a la otra semana, así que a la mierda todo.
Cuando menos te lo esperabas, sonó el despertador. -¿Cuándo me quedé dormida? - Dijiste para ti misma. No le diste más vueltas y te aseaste, vestiste y además comiste algo. - Mamá, me voy - Dijiste en un tono alto para que te pudiera escuchar desde su habitación.
— ¡Cuídate! - Respondió tu madre un poco fuerte.
Saliste del departamento y te dirigiste al ascensor, éste se abrió y adentro había alguien más, nunca le habías visto. Era mayor que tú, pero no mucho, no tenía más de 24 años. Lo miraste fijamente, él no te miró, estaba demasiado ocupado bostezando. Entraste al ascensor y te paraste a su lado, lo miraste sólo una vez y fue justo en el momento que él decidió mirarte. Se miraron fijamente a los ojos, una escena completamente incómoda, sin embargo pudiste ver los ojos grises más lindos que nunca hayas visto. Él sonrió, no sabías la razón hasta que de repente, como por arte tu magia, sentiste que tus mejillas ardían. "Este será un día larguísimo" pensaste.
Luego ambos bajaron del ascensor, creíste que no le volverías a ver en tu vida y no le diste importancia. Te equivocaste. Él parecía tener el mismo destino que tú, o un lugar muy cercano, porque parecía seguirte y esto te tenía los pelos de punta. Intentabas caminar tranquila pero estabas muy tensa, "este no es mi día" te repetiste mentalmente una y otra vez. Apresuraste el paso y finalmente viste el edificio, tranquilidad máxima.
Él también entró al edificio. ¿Quién mierda es? te preguntaste. Luego respondiste tus dudas con unas cuantas teorías, profesor nuevo, de remplazo, etc. Decidiste olvidar esta mañana, aunque lo veías difícil, nunca habías estado tan incómoda. Te fuiste a tu salón intentando pensar en flores y muchos colores, a ver si esa mirada que te había ruborizado hace un momento se salía de tu cabeza.
Te sentaste y suspiraste, como si estuvieras cansada. No tardó en llegar tu mejor amiga, Sumie. -¡_______! - Te gritó esta apenas te vio, fue uno de esos gritos que darías si no hubieses visto a alguien hace mucho tiempo, pero la habías visto ayer.
— Su-sumie - Dijiste por la falta de aire, te estaba abrazando tan apretada que apenas podías respirar.
— ¿Te enteraste? - Dijo exaltada. No tenías ni puta idea de a que se refería y se podía notar en tu cara ya que siguió hablando sin siquiera esperar tu respuesta - El viejo ese, el de biología - Dijo con disgusto, odiaba sólo recordarlo, Sumie no le pegaba a esta materia al igual que tú - Se retiró, un viaje, no lo sé - Terminó de decir muy alegre.
— Ah, pero ahora nos toca con él - De repente una idea se cruzó por tu cabeza - ¿Quién vendrá a remplazarlo? - Ya sabías la respuesta.
Sumie no pudo responderte, fueron interrumpidas por el sonido de la puerta y de unos libros caer encima de la mesa. Ahí estaba. Era el tipo de esta mañana. Sumie lo miró de arriba abajo, en cambio tu ni querías mirar para adelante, habías pasado mucha vergüenza sólo con su existir y esperabas no verle nunca más en tu vida, pero ahí estaba. Sumie te miró y se mordió el labio, desde tu lugar podías oír gemidos de todas las alumnas, aunque no hicieran ni el más mínimo sonido.
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Profesor Sustituto [Law X Tú]
FanficLa prohibición lleva a la tentación, todos lo saben. ¿Que es más excitante y emocionante que hacer algo prohibido? La adrenalina corre por tu cuerpo cada vez que haces algo que no deberías, y ahora mismo te encuentras en esa situación.