El Libro de Hogwarts

Capítulo 5: Primera clase

Djaq:
Djaq se despertó a las ocho menos cuarto. Para cuando se quiso dar cuenta de que tenía que ducharse, vestirse y desayunar, ya eran las ocho menos dos minutos. Djaq pegó un chillido y salió corriendo de la cama. Se cambió de ropa, cogió la mochila, y con los pelos hechos un desastre, corrió al comedor, donde se sirvió una salchicha, se atragantó con un vaso de zumo y estuvo a punto de tropezarse con un alumno de sexto. Miró la hora y vio que eran las ocho y diez. Jamás en la vida había hecho algo tan rápido. El problema era que se le había olvidado dónde daban la clase de historia de la magia, y se quedó en medio del comedor, buscando a algún alumno de primero que fuese a las mismas clases que ella.

Sebas-chan:
Sebas-chan se levantó un poco cansado, dado que estos últimos dias para él habían sido los más abrumadores de su vida debido a que le habían notificado para entrar en Hogwarts, un lugar que el siempre vio como un sueño, el gorro le había puesto en Ravenclaw de lo cual Sebas-chan se sentia muy orgulloso, porque se había informado del tipo de personas que suele ir a cada casa y descubrió que suelen ser personas inteligentes.
Aún con todo el cansancio que el tenía, se levantó de la cama y le dio de comer a su gato Shadow; un lindo gato negro flaco con los ojos amarillos cual demonio, después de dar de comer a Shadow, miró a ver si estaba alguien despierto en la habitación y le deseó buenos días a todos los que estaban despiertos. Tras preparar todo para irse a clase de Historia de la Magia aunque aún faltaba un rato, Sebas-chan se sentó en la cama pensando en el tipo de gente que conocería a lo largo de su estancia allí.
Ese día Sebas-chan no había ido a desayunar al comedor porque no tenía ganas de desayunar, después de haberse sentado en la cama a pensar casi se quedó dormido, pero por suerte, antes de que se durmiese, Shadow le dio un zarpazo en la cara, cosa que Sebas-chan agradeció, pero por otra parte odió. Ya casi tocaba entrar a clases así que Sebas-Chan se fue dirigiendo hacia la puerta de Ravenclaw con todo encima.

Jasmine:
Jasmine vio a Djaq en el comedor. "Eh , Djaq voy ya a clase, ¿te vienes?" Puso una sonrisa en su cara y la agarró del brazo esperando que Djaq no la dejará sola.

Djaq:
-Uff, sí, menos mal -Dijo, aliviada. -No tengo ni idea de dónde está la clase de historia de la magia. ¿Sabes dónde están Emi, David y Syrian? No les he visto hasta ahora, pero creo que vamos a la misma clase todos. Y Cedric y Lols también, por lo que sé. Miré ayer las listas y eso. -Explicó, emocionada. -¿Cómo es la sala común de Gryffindor? -Preguntó con una amplia sonrisa.

Jasmine:
Jasmine se encogió de hombros. " No se nada de ellos. La sala de Gryffindor es sorprendente no me he parado mucho pero bueno no la he explorado mucho aún."

Djaq:
-Oh. Bueno, ¿por dónde se va?

Jasmine:
"Por aquí " Jasmine señaló todo recto y comenzó a andar.

Emily:
Emily saltó de la cama de un susto porque se había quedado dormida. La noche anterior se había quedado despierta hasta tarde hablando con dos compañeras de habitación; Jamia y Frankie, la chica rubia que estaba sentada a su lado en el gran comedor la noche anterior.
Cuando saltó de la cama hizo que d
Darkmoon se asustase y se escondiese bajo las sábanas. 《Quédate aquí y no la líes mucho, ¿vale? Vuelvo más tarde》Jamia y Frankie también se habían quedado dormidas y Emily las despertó con la intención de bajar al Gran Comedor con ellas pero ya era demasiado tarde para desayunar. Emily miró el horario: Historia de la magia.《Hm espero que el profesor no sea un aburrido o de lo contrario me dormiré》
Emily se vistió y fue con Frankie a clase preguntándose dónde estarían Syrian y David que eran los únicos chicos que conocía de su casa. Emily llegó a clase antes de lo previsto y se alivió al ver allí a Djaq y Jasmine.
-¡Hola chicas!, ¿qué tal la noche?

David:
David se levantó algo mareado. Parecía que le iba a estallar la cabeza. Las mazmorras estaban oscuras, como de costumbre, por lo que tanteó con su mano para buscar sus gafas en la mesita y se las puso. Todos sus compañeros dormían aún, ¡quedaba una hora para que empezaran las clases! David se apresuró y se vistió corriendo, mientras leía el horario que llevaba en su libreta: "Historia de la magia". Genial.