Rosa

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Vi un renacer en sus ojos, pues tenía un brillo en la mirada encantador. Sus manos porcelanosas no cesaban de acariciar su suave y brillante pelo. Acariciaba y peinaba su pelo cual lino, lentamente para no partirlo. Sus finos labios rojizos se movian. El resonar de sus cuerdas vocales era delicioso. Su vestido, de un azul claro precioso, era tan largo que legaba al suelo. Bordado llevaba, una rosa en la cintura; flor que le daba nombre a ella. Sus pies descalzos, quietos y frios, asomaban un poquito por delante del vestido. Mirándose al espejo, observando su reflejo, se dio cuenta de quien realmente era. Sus ojos marrones amarillentos percibieron la grandeza de corazón que poseía en sus adentros y porfín pudo saber lo que sentía. Amor, ese sentimiento que tenemos siempre presente y que no sabemos cierto lo que es. Amor, lo que siento yo por ella.

Palabras para nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora