Las Muchas Caras De Mi

✅Capitulo IV *.*

MaTe: ¡Corre!

- ¡Espera, espera! ¿A donde me llevas con tanta insistencia?

Entramos corriendo a una Boutique cercana, en la cual al parecer ya conocían a Ma-Te.

MaTe: Eres tan despistada, me has ensuciado la ropa... por supuesto que me tienes que pagar.

Al oir eso, tome la etiqueta de un fino saco rojo, ¡el precio era altísimo! ni siquiera mi sueldo completo alcanzaba a pagarlo.

- Pe-pero yo no tengo dinero para comprar ropa tan cara.

MaTe: Eso lo sé, no tienes el dinero suficiente como yo, no soy estúpido Won Lee. Así que debido a ese percance, lo cobrare de diferente manera. Tu tendrás una cita conmigo si quieres que te perdone la deuda.

- ¡Aish! ¡Ni de loca!, no soy esa clase de mujer.

Luego de terminar mis palabras me solté de su mano bruscamente.

MaTe: No tienes opción, así decidieras pagar este saco, no podrías y aunque me pidas que espere, soy muy impaciente; así que escoge un vestido y cámbiate... yo igual cambiaré mi ropa. Seré bueno y no te cobrare lo que escojas, ese será un regalo, solo cobraré lo mio, y ese no sera gran problema porque con todo me veo bien, por lo tanto elige bien y no desperdicies mi dinero con ropas sin chiste.

Definitivamente no había escapatoria alguna, así que en cuanto el se marcho con un nuevo saco en las manos, rumbo al vestidor, caí en la cuenta de que me estaba dando una buena oferta; el solo quería una horas de mi tiempo, y ademas me estaba comprando ropa costosa, todo ya sin compromiso, ya que mi deuda estaba saldada.

Sonreí aliviada y comencé a escoger algo lindo en el área de vestidos, pasados unos minutos, entre al probador con un vestido rosa pastel corto. Al salir, Ma-Te estaba sentado en el sofá esperándome:

MaTe: Me agrada como te ves Won Lee, solo un pequeño detalle, cambia esos zapatos deportivos por unas zapatillas altas.

Diciendo esto, se levanto y tomo unas zapatillas altas que tenia a su costado; tomo mi mano, aunque a comparación de hace un rato, esta vez fue de una forma mas delicada. Me sentó en el sofá con cuidado, me quito las deportivas y los calcetines, miro mis blancos pies unos segundos, y me coloco las zapatillas, luego chasque los dedos, y las empleadas de la boutique se acercaron a mi para colocarme hermosa joyería plateada a juego, con todo ello al parecer quede lista, pues el me miraba satisfecho.